Un grupo de vecinos de Poyales del Hoyo (Ávila) se enfrentó hoy a militantes de grupos de memoria histórica, tras lo que intervino la Guardia Civil, a raíz de la exhumación, por parte del Ayuntamiento, del PP, de una tumba de represaliados a una fosa común.

Convocados por varias asociaciones de la memoria histórica, varias decenas de personas acudieron a la concentración convocada en el cementerio, pero se encontraron el camposanto "cerrado con cadenas y candados", según lamentaron, por lo que decidieron acudir a leer el manifiesto a la plaza de la localidad.

Ya en la plaza se encontraron con un grupo de vecinos, entre ellos algún concejal del equipo de Gobierno, tras lo que se comenzaron enfrentamientos verbales e insultos que en alguno caso llegaron a las manos.

Mientras los manifestantes portaban una pancarta con la leyenda 'Somos los nietos de los obreros que nunca pudisteis matar', en el otro grupo se coreaban frases como "no sois de aquí" o "no queremos rojos aquí".

El problema deriva de que hace más de una semana, el alcalde, Antonio Cerro, del PP, decidió exhumar los cadáveres de una decena de personas represaliadas que fueron enterradas en 2002, y los trasladó a una fosa común, lo que ha sido calificado por las asociaciones de la memoria histórica como un acto ilegal".

La convocatoria de la movilización partió del Foro por la Memoria del Valle del Tiétar y La Vera, la Asociación de Republicanos Desaparecidos (Afaredes), el Foro Estatal de Foros por la Memoria y la Asociación Independiente de la Memoria Viva, que quieren que la fiscalía actúe de oficio.

A las tres personas enterradas en 2002 se unieron siete este año y, según el teniente de alcalde, Ángel Jiménez, la exhumación se ha producido a petición de una de las mujeres enterradas hace nueve años, y se decidió trasladar todos porque la tumba se encontraba "llena de agua y barro".

También señaló que para actuar en este sentido había recibido asesoramiento de la Diputación de Ávila.