Cruz Roja Española ha prestado apoyo social durante el primer semestre del año a unas 230 personas en un total de 18 asentamientos de inmigrantes ubicados en diferentes zonas de Córdoba. Una labor pionera que corresponde a la alta demanda de requerimientos de servicios para estas personas en la capital y que ya se realiza en la provincia.

En concreto, fuentes de la institución humanitaria han precisado a Europa Press que durante los seis primeros meses de 2011 se han realizado un total de 39 salidas a los 18 campamentos de personas inmigrantes, "la mayoría de ellos rumanos de etnia gitana y gran cantidad menores de 18 años".

Así, detallan que la puesta en marcha de esta atención en la capital se debe a que "llegan muchos inmigrantes de los asentamientos a la sede de Cruz Roja para solicitar ayuda", a lo que se ha unido "la propia demanda de la Unidad de Calle del Ayuntamiento que se ha puesto en contacto con la entidad para coordinar el trabajo".

Respecto a los datos de la provincia, entre enero y junio, el voluntariado realizó 56 salidas —algunas sólo de detección y otras de intervención o seguimiento— a un total de 22 campamentos diferentes, en su mayoría repartidos por municipios como Adamuz, Lucena, Puente Genil y en las aldeas de Silillos y Peñalosa.

En total, Cruz Roja Española ha atendido durante el primer semestre del año a 296 personas en distintos asentamientos de inmigrantes de la provincia de Córdoba —sumando los datos de la capital—, de las que 168 eran hombres y 128 mujeres.

Las cifras y la ubicación de los asentamientos fluctúan, a medida que van siendo desmantelados, de manera que en lo que va de 2011 esto ha ocurrido en cinco ocasiones.

En el marco de este proyecto, financiado por el Ministerio de Trabajo e Inmigración, Cruz Roja ofrece una atención socio-sanitaria a los inmigrantes y favorece su acercamiento a los recursos sociales normalizados; de hecho, "en muchas ocasiones se les acompaña y se les asesora para la tramitación de documentos tales como el pasaporte, el NIE o la tarjeta sanitaria, así como para la inscripción en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE)", explican desde el colectivo.

De igual modo, se les reparte material de emergencia, entre el que se incluyen toldos, sacos de dormir, kits de higiene familiar e individual, productos materno-infantiles, bolsas de basura, linternas o garrafas de agua. Además, el personal de la organización distribuye en sus visitas a estos campamentos diversos alimentos no perecederos, como puede ser pasta, harina o leche en polvo.

El voluntariado también informa y ofrece pautas a los inmigrantes para el control del saneamiento e impacto ambiental de sus asentamientos, con recomendaciones sobre el consumo de agua potable, el almacenamiento de residuos o la realización de hogueras. NACIONALIDADES

Mayoritariamente, los asentamientos de la provincia están integrados por población rumana, y prueba de ello es que el 90 por ciento de las personas atendidas por Cruz Roja en este primer semestre de 2011 eran de esta nacionalidad, mientras que el diez por ciento restante comprende a inmigrantes de origen marroquí, lituano o de otros países diversos.

Dado el predominio de población rumana, en las salidas a los campamentos va siempre una mediadora intercultural de esta nacionalidad. En cuanto a la distribución por edades, destaca que una cuarta parte de las personas a las que se ha prestado apoyo es menor de 18 años.

Este trabajo en los asentamientos es sólo uno de los diversos proyectos que desarrolla la entidad dentro de su programa de atención a inmigrantes, cuyo objetivo general es "hacer frente a las causas generadoras de vulnerabilidad en la población extranjera, al tiempo que se le proporciona toda la ayuda necesaria para llevar una vida digna y lograr su plena integración en la sociedad de acogida".

Entre otros servicios y recursos, Cruz Roja Española cuenta en la provincia con un centro de migraciones en Puente Genil; otro de primera acogida y albergue para temporeros inmigrantes en Baena; sendos centros de encuentro y estancia diurna en Palma del Río y Rute; oficinas de atención social en una decena de municipios; ayudas para facilitar la reagrupación familiar y el retorno voluntario, y pone en marcha diversas actividades de formación y sensibilización.