A partir de junio, las casitas de Juan XXIII tendrán nueva imagen

Se repavimentará la fase 3, con zonas peatonales y carril-bici. Los vecinos llevaban esperando estas obras más de diez años.
Los acerados de la fase 3 están en muy mal estado. A los carritos de bebé y a los minusválidos les cuesta pasar.
Los acerados de la fase 3 están en muy mal estado. A los carritos de bebé y a los minusválidos les cuesta pasar.
M. F.
Los acerados de la fase 3 están en muy mal estado. A los carritos de bebé y a los minusválidos les cuesta pasar.
Tropezones, caídas, coches en zonas peatonales, charcos y montones de barro cuando llueve... Todos estos problemas que sufren desde hace tiempo los vecinos de las casitas de Juan XXIII desaparecerán a partir de junio, cuando comiencen las obras de reforma que arreglarán las calles de esta antigua barriada.Los vecinos llevaban más de 10 años reclamando unos trabajos «que ya se hacían necesarios, porque las casas tienen ya 43 años de vida», afirma José González, presidente de la asociación vecinal Blas Infante. El Ayuntamiento ha aprobado estas obras el pasado 15 de marzo, tras una asamblea vecinal.

Los trabajos se centrarán, sobre todo, en la fase 3, la que presenta peor aspecto. Las calles La Calesera, Los Claveles, Doña Francisquita y Las Leandras quedarán como nuevas. Se repondrán los acerados y el pavimento para coches, habrá caminos peatonales, se retirarán los árboles viejos y se plantarán nuevos, incluso se ha diseñado un carril-bici. Y no faltarán los badenes antivelocidad, nuevo alcantarillado y muretes para impedir que los coches entren en las zonas peatonales.

El presupuesto para las obras es de 8.706.570 euros y el plazo de ejecución, 18 meses, según datos facilitados por Urbanismo a los vecinos.

Carmen Bayón y María Iglesias. Vecinas.

«Se han caído varios ancianos»

«El barrio está fatal. Llevan diciendo que lo van a arreglar desde hace años. A ver si esta vez es cierto. Ya se han caído varias personas mayores por el mal estado del suelo. Y los vecinos hemos tenido que poner una rampa para minusválidos porque no podían pasar».

Esperanza Montes. Vecina.

«Hay montañas de barro»

«Las calles están muy mal. Tenemos que tener cuidado al andar. Además, los coches se meten en las zonas peatonales y esto es peligroso para los niños, porque no pueden jugar tranquilos. Y cuando llueve se forman montañas de barro en varias zonas que no tienen pavimento».

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