La Fundación Marineland soltará este jueves en Cabrera dos tortugas marinas recuperadas en el último año

Se desconoce si acudirán miembros de la Familia Real, cuya asistencia a este acto será una incógnita hasta el último momento

La Fundación Marineland liberará este jueves en la isla de Cabrera dos tortugas marinas rescatadas en octubre de 2010 en la Colonia de Sant Jordi y en El Toro por esta entidad, después de haber sido encontradas heridas en aguas de Mallorca, tras haberse quedado atrapadas en residuos plásticos, lo que provocó la amputación de una aleta en una de ellas. Esta suelta se producirá en el marco del Programa de Conservación de Tortugas Marinas, financiado por la Conselleria de Medio Ambiente, Marineland y la Fundación Aspro Natura.

Al acto, que se iniciará con la excursión en barco desde la Colonia de Sant Jordi a la isla de Cabrera a las 10.30 horas, asistirán el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Gabriel Company, la directora general de Medio Natural, Educación Ambiental y Cambio Climático, Neus Lliteras, y el alcalde de Palma, Mateo Isern.

Por otra parte, hasta esta misma mañana será una incógnita si a la suelta de tortugas asistirán abordo del yate 'Fortuna' miembros de la Familia Real, tal como sucedió en 2008, cuando acudió la Reina, Doña Sofía, acompañada de sus nietos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, hijos de la Infanta Elena. Asimismo, la Reina llegó acompañada de su amiga íntima Tatiana Ratchild y de la princesa Alia de Jordania, quien acudió junto a su primogénita y sus otras dos hijas gemelas.

No obstante, fuentes de la Casa Real han informado a Europa Press de que "no es seguro, dado que aún no está decidido", aunque es una "posibilidad" que asista algún miembro de la Familia Real a la suelta de tortugas.

Concretamente, este jueves se soltarán en Cabrera dos tortugas de la especie 'caretta caretta', de las cuales una, que pesa 2,3 kilos y mide 27 centímetros de caparazón, fue rescatada el 1 de octubre de 2010 en la Colonia de Sant Jordi, tras resultar herida por enmallamiento (atrapada en residuos plásticos).

Por su parte, el segundo ejemplar, de 29,1 kilos y 64 centímetros de longitud, fue recogido en aguas de El Toro el 10 de octubre del pasado año, tras resultar varado por enmallamiento, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para amputarle una de sus aletas.

Este año sólo se soltarán dos tortugas en este acto simbólico, cuando el pasado año se liberaron, con la presencia del ex presidente del Govern, Francesc Antich, un total de cuatro ejemplares, con un peso de 1,8; 1,95; 2,2 y 7,5 kilos.

Durante el 2011, la Fundación Marineland ha hallado a 13 tortugas varadas, concretamente, en Sóller (dos); Cala Figuera, Santanyí (3); Colonia San Pedro; Portocristo (2); Portocolom; El Toro; Cala Morlanda, Manacor; Palma y Sa Ràpita. Sin embargo, de todas ellas, seis fueron halladas muertas, mientras que otra falleció al día siguiente de ser rescatada y otras seis sobrevivieron, de forma que cuatro están en recuperación y dos han sido liberadas.

Así, través del citado programa con el Govern, la Fundación Marineland recoge durante todo el año ejemplares de tortugas heridas de la especie 'Caretta caretta', algunas de las cuales son encontradas muertas, mientras que otras fallecen en el centro por la gravedad de las heridas.

De este modo, de los 13 ejemplares rescatados este año, cuatro sufrían traumatismo; dos enmallamiento y una fue recuperada por exceso de celo, mientras que el resto se encontraron en un avanzado estado de descomposición.

Concretamente, los ejemplares que sobreviven son atendidos por los biólogos de Marineland, quienes se encargan de recuperar a las tortugas afectadas por desnutrición y deshidratación, neumonías y, en algunos casos, presentan graves lesiones internas tras haber tragado plásticos o anzuelos de palangre.

En ocasiones, como en el caso de una de las dos tortugas que serán liberadas este viernes, los biólogos se ven obligados a amputar algunas de las aletas, después de que éstas quedaran estranguladas por restos de redes y plásticos. Por otro lado, también llevan a cabo intervenciones quirúrgicas, con el fin de extraer a las tortugas los anzuelos de palangre que suelen quedarse clavados en su cuello o paladar.

No obstante, estas especies de tortugas, que están protegidas por la legislación nacional e internacional, están dotadas de una extraordinaria resistencia, por lo que pueden llegar a sobrevivir a graves enfermedades, traumatismos y mutilaciones, siempre y cuando se les preste una atención médica adecuada. En este sentido, la Fundación Marineland acude desde 1993 a los rescates de los ejemplares varados, con el fin de rehabilitarlos y, posteriormente, liberarlos en aguas del Parque Nacional de Cabrera.

651

Varamientos desde 1993

Durante el periodo 1993-2011, Marineland ha registrado en las costas de Baleares 651 varamientos de tortugas marinas, de los cuales 547 eran de la especie Tortuga Boba Caretta Caretta, tres de Tortuga Laud Dermochelys coriacea y una de Tortuga Verde Chelonia midas. En total, en el centro de recuperación ingresaron 324 animales vivos, de los cuales el 70% fueron recuperados y liberados.

La principal causa de varamiento fue la captura accidental con palangre de superficie (39%), si bien han ido disminuyendo los casos en los últimos años, debido a que se ha reducido el número de embarcaciones pesqueras en Baleares, a consecuencia de la crisis económica y del incremento del coste del gasoil.

La segunda causa es que las tortugas quedan enredadas en plásticos, redes o restos de sedales (10%), lo que les genera traumatismos en las extremidades, mientras que, por otro lado, el 35% de estos animales varados es hallado muerto en la costa y su estado de conservación no permitió investigar la causa que provocó el varamiento.

Los últimos hallazgos de tortugas varadas se produjeron los pasados días 17 y 18 de julio en Palma y Sa Ràpita, respectivamente, cuando fueron hallados dos ejemplares, uno de ellos herido por enmallamiento y el otro muerto en avanzado estado de descomposición.

Durante los últimos años, alguna de las tortugas recuperadas y liberadas en su medio natural ha sido equipada con un transmisor vía satélite, que emite una señal cada vez que la tortuga sube a la superficie a respirar, lo que permite un seguimiento detallado, preciso y en tiempo real de la posición y rumbo de las tortugas, con el fin de que los biólogos de Marineland conozcan su distribución espacial y temporal en el Mediterráneo a lo largo del año.

Nadando desde florida a baleares

Gracias a estos transmisores, financiados por la Comunidad Económica Europea, Marineland ha detectado que algunas tortugas liberadas en Cabrera durante los últimos años han llegado nadando hasta el Norte de África, concretamente, a la costa argelina, donde encuentran alimento suficiente para alcanzar la talla de adulto y madurar sexualmente para iniciar la migración a las playas, con el fin de anidar.

Pese a que no está previsto que se instalen estos transmisores, debido a su elevado coste, Marineland sí que va a colocar en las tortugas liberadas unas placas mecánicas con un número, con el objetivo de identificarlas en el caso de que sean vistas o rescatadas de nuevo.

Las tortugas que pueblan las aguas del Mediterráneo español tienen un doble origen, de forma que algunas proceden de las costas griegas y turcas, mientras que también hay ejemplares del Atlántico, que han nacido en las costas de Florida y el Golfo de México y, mientras alcanzan la talla adulta, llevan a cabo un viaje migratorio por todo el Océano Atlántico, de manera que las corrientes arrastran a algunas tortugas al Estrecho de Gibraltar, hasta que llegan al archipiélago balear. Así, la mayoría de tortugas 'Caretta Caretta' que se encuentran en las islas proceden del Atlántico.

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