Una rampa intransitable exaspera a los vecinos

Entre las calles de Gènova y Brussel·les de Can Baró.
María Asunción, ayer, con un obrero ante la rampa.
María Asunción, ayer, con un obrero ante la rampa.
N. A.
María Asunción, ayer, con un obrero ante la rampa.
El remedio ha resultado ser peor que el mal. Vecinos denunciaron ayer a 20 minutos que la nueva rampa entre las calles de Gènova y Brussel·les, que sustituye a seis escalones, tiene una pendiente que la hace intransitable.

«Muchos vecinos nos hemos quejado a los obreros y vamos a presentar una denuncia al distrito», afirmó María Asunción Martínez, vecina afectada que asegura que subir o bajar por la rampa con un carrito de compras o un cochecito es prácticamente imposible.

Hay una escuela cerca

En la calle Gènova hay un centro de educación infantil y primaria que hace unos mesos ha abierto otra puerta cerca de la nueva rampa. Según Martínez, es tan difícil subir con el cochecito que las madres «prefieren subir o bajar por la calzada, aunque con ello corran el riesgo de ser atropelladas».  Los vecinos también han denunciado que una cloaca en la calle Gènova fue tapiada y que durante este pasado invierno se hicieron charcos en los peldaños. Ahora temen que la rampa se convierte en un río en los días de lluvia.

Fuentes del distrito aseguraron ayer que no tenían constancia de ninguna queja y que estudiarán el problema.

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