Kings of Leon pasa por una mala racha. Tras cancelar su gira por Estados Unidos, sus componentes han tenido que dar explicaciones: "Tenemos graves problemas", ha admitido el bajista Jared Followill en unas declaraciones que recoge la revista NME.

El pasado día 29, el directo que debían ofrecer en el Pabellón Cynthia Woods Mitchell de Dallas tuvo que terminar antes de tiempo. Después de que la banda interpretara Notion, la undécima canción del repertorio, el cantante, Caleb Followill, se dirigió al público para explicarle que se iba a ausentar unos minutos para vomitar y coger otra cerveza, pero que volvería para tocar las tres últimas canciones. "Estoy tratando de hacerlo lo mejor posible, pero no tengo bien la voz, no estoy borracho", añadió.

Sin embargo, su promesa de regresar no se cumplió.

La desaparición de Caleb tuvo que ser excusada por su hermano, Jared, que dijo, primero, que su hermano no se encontraba demasiado bien. Pero, luego, visiblemente enfadado, explotó: "Odiad al cabrón de Caleb, no a nosotros.  No sé qué decir. No es nuestra culpa, sino la de Caleb. Él no se encuentra en condiciones para acabar el show".

"Sé que nos odiáis. Lo siento muchísimo, quemad nuestros putos discos. Tocaríamos ahora mismo si pudiéramos", concluyó.

Después, el bajista indicó en su perfil de Twitter que Kings of Leon tenían "conflictos internos y problemas que necesitaban ser resueltos".

Por su parte, los promotores Woodlandscenter.org, encargados de la organización del tour de los Followill, indicaron en su web que el motivo por el que se había anulado un primer concierto en Houston era que Caleb había sufrido "insolación y deshidratación". Pero fue el propio Jared quien lo desmintió poco después en Internet: "Sé que los fans no sois estúpidos. No os puedo mentir. Hay problemas en nuestra banda más importantes que el de no hidratarnos con suficiente Gatorade".

Una vez que se anuló la gira completa, la organización aludió a problemas de salud del cantante.