La paciente, una chica guineana de 16 años, sufría una miocardiopatía debida a un parasito que le había lesionado, además, un pulmón.La niña sólo pesaba 33 kilos (tenía el tamaño de una chica de diez años) y la enfermedad la obligaba a ingresar casi cada semana por graves arritmias cardiacas.
La operación se realizó el día 21 de este mes y duró seis horas.
En ella participaron medio centenar de profesionales, entre cirujanos, anestesistas, cardiólogos, neumólogos y personal de enfermería. La menor evoluciona muy bien y, si la recuperación sigue con normalidad, en una semana abandonará la unidad de cuidados intensivos y en otras tres podrá ser dada de alta.
Casi vida normal
Hasta que fue operada, la paciente sólo podía hacer pequeños esfuerzos. Cuando sea dada de alta, podrá tener una calidad de vida muy superior, regresar a su país a pasar temporadas, aunque con un tratamiento farmacológico permanente para evitar el rechazo. Si no hubiese recibido este doble trasplante, su esperanza de vida no superaba los seis meses.
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