El director general de Globalcaja, Miguel Ángel Calama, ha asegurado que la liquidez de la que dispone la entidad es "la que dijo el presidente", Luis Díaz Zarco, en su reunión con la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, tras la que indicó que Globalcaja podría poner a disposición de la Junta 1.500 millones de euros.

El pasado domingo Globalcaja publicaba un informe económico que informaba de los beneficios de la entidad, que ascendían a 4.578 millones de euros, pero no hacía público el dato de la liquidez disponible. En ese sentido, Calama ha asegurado que la liquidez de la que hablaba Díaz Zarca tras la reunión con Cospedal "es una realidad", aunque no aparezca reflejada en el documento.

Preguntado por si se ofreció formalmente dicha liquidez al Gobierno regional, Calama ha asegurado en declaraciones a Europa Press que desconoce si el presidente de Globalcaja lo hizo oficialmente, incidiendo en que eso "son reuniones del presidente" de las que no conoce su contenido.

Calama respondía así, en declaraciones a Europa Press, a las palabras del diputado nacional del PP por Guadalajara, Ramón Aguirre, en las que aseveraba que "si se mira el balance de Globalcaja, es imposible que vaya a financiar a la Comunidad Autónoma por ese valor", y después que la Junta asegurara que no había recibido "ninguna propuesta oficial" de crédito por parte de Díaz Zarco.

A la pregunta de si el Consejo de Administración de la entidad está autorizado —algo que también había puesto en cuestión Aguirre—, Calama, que anunció el pasado mes de abril que la entidad comenzaría su andadura tras la fusión de las Cajas Rurales de Albacete, Cuenca y Ciudad Real el día 23 de mayo, ha manifestado que Globalcaja está actualmente "inmerso en el proceso de fusión, que marca unos plazos legales" en los que varios órganos reguladores —el Ministerio de Economía en última instancia— tienen que dar su visto bueno tanto a la nueva marca como al propio consejo".

"No me gustaría entrar en ese debate, desconocemos el razonamiento de Aguirre, al que no conocemos, pasamos de esas opiniones porque no es nuestra forma de actuar, yo creo que hay intereses de otro tipo", ha apostillado.

Por otra parte, preguntado por la relevancia del hecho de estar condenado por el Tribunal Supremo —le condenó el pasado marzo a tres meses de prisión e inhabilitación por un delito de acusación falsa formulada contra unos acreedores de Banesto cometido en 1994— a la hora de dificultar la aprobación del Consejo de Administración de la nueva entidad, Calama ha aseverado que "los directores generales no forman parte del Consejo", por lo que no cree que haya "ningún problema".