La secretaria general de instituciones penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha inaugurado este jueves el Centro Penitenciario de Menorca, una. infraestructura permite que los internos de Menorca, que hasta ahora cumplen condena fuera de la isla, puedan estar cerca de sus familias.

El presupuesto de la infraestructura, situada en el término municipal de Mahón, supera los 23 millones de euros. Se trata de un edificio de 13.536 metros cuadrados que según Ángel Martínez, presidente de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP), "será un referente a nivel internacional".

Los responsables destacan las particularidades arquitectónicas del edificio que "están concebidas para minimizar el impacto visual". El edificio está dividido en dos módulos residenciales, un módulo de ingresos, uno de régimen cerrado, un área de enfermería, una zona sociocultural, locutorios y dependencias de contacto con los abogados y familiares.

El director del centro, Alfredo Fernández, ha señalado que se espera que los primeros presos lleguen en septiembre. El centro penitenciario de Menorca cuenta con 92 celdas residenciales y 38 complementarias además de zonas comunes como comedor, patio y gimnasio. Parte del mobiliario ha sido elaborado en talleres productivos de otros centros penitenciarios.

En la cárcel de Menorca también se desarrollarán talleres y el director ha puesto a disposición de los empresarios menorquines la mano de obra de los internos.

En el capítulo de las medidas de seguridad destacan las 64 cámaras de videovigilancia que se coordinan desde los puntos de control y los tres muros que separan el interior del recinto con el exterior.

Por el momento, la mayoría de los trabajadores no son menorquines. Está previsto que el centro emplee a 90 funcionarios y a 9 personas contratadas en régimen ordinario a través del INEM de Menorca. Un papel importante en la organización del centro lo asumen los mismos internos. Muchas de las tareas se encomiendan a los presos que reciben formación y una compensación económica como contraprestación (lo que se conoce como "destino").