La localidad coruñesa de Ares cuenta desde este jueves con una calle que lleva por nombre 'Noruega' en recuerdo a las víctimas de los atentados de Oslo y de la isla de Utoya y en homenaje a los casi 120 ciudadanos de este país que residieron en el municipio la última década tras desplazarse a Galicia por la construcción en Navantia de barcos para su Armada.

La vinculación entre la comunidad noruega y Ares tiene su origen en el contrato firmado en diciembre de 2000 entre el Ministerio de Defensa de su país y los astilleros públicos españoles para la fabricación de cinco fragatas. La mayor parte de los noruegos desplazados escogieron Ares como lugar de residencia por su similitud "con Noruega, sus playas y su gente".

En la actualidad sólo quedan 40 noruegos empadronados, debido a que ya se ha finalizado la construcción de las fragatas en los astilleros de la ría ferrolana. No obstante, en el acto celebrado este jueves, participaron no sólo las dos familiares que todavía permanecen en la localidad, sino también otra decena que han regresado de vacaciones.

El cónsul de Noruega en A Coruña, Henry H. A. Guyatt, que presidió el acto, ha asegurado que los ciudadanos noruegos, aunque llegaron a España "con cierto escepticismo", lograron una "integración total", hasta el extremo de que "les ha costado trabajo integrarse de nuevo en Noruega, porque la vida en Ares les había enganchado mucho". "Cuando se reúnen allí familias siguen haciendo comidas gallegas, más que noruegas", ha añadido.

Tras firmar en el Libro de Oro del Ayuntamiento, el cónsul, acompañado del alcalde de Ares, Julio Iglesias, se ha dirigido a la zona en la que se ha inaugurado la calle, acompañado de la música de la banda de gaitas Ría de Ares.

En una urbanización

La 'Rúa de Noruega' está situada en una urbanización próxima al centro del municipio, en la que residieron la mayor parte de los ciudadanos noruegos, y en la que todavía vive Charlotte Haugse Mack, que la encargada de destapar la placa con el nombre de la calle. Los himnos de Noruega y de Galicia pusieron fin al acto.

Henry Guyatt ha agradecido el momento en el que se ha realizado este acto, tras los atentados de Oslo y Utoya, "un momento muy complicado para una sociedad inocente, una población pequeña y muy civilizada". "Esto es algo horroroso, pero es un hecho aislado y la sociedad se está haciendo piña para que no afecte a su forma de vida en un futuro", ha aseverado.

La mayor parte de los noruegos vinculados al contrato de Navantia eligieron Ares para vivir, se integraron a las comunidades comunitarias y escolarizaron a sus hijos. Según ha recordado Julio Iglesias, "dinamizaron las conversaciones de inglés para adultos y mostraron su cultura con Semanas Culturales".

Los niños Martin y Eirik Midtlo, de regreso en Ares por vacaciones, lamentaron haber abandonado un municipio "en el que dejaron muchos amigos" y al que aseguraron que "volverán todos los veranos".