El presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios, ha realizado este jueves un balance del año agrario en la provincia de Huelva y ha explicado que éste ha sido un ejercicio "bueno en producción, pero muy malo en lo que a comercialización se refiere".

En rueda de prensa previa a la asamblea anual de Asaja, García-Palacios ha remarcado que en los cultivos extensivos, aunque los precios han alcanzado un buen nivel, la subida constante y desmedida de los costes de producción "ha dado al traste con los pocos beneficios que hubieran podido producirse".

De este modo, ha precisado que la cosecha de algodón no ha sido buena, aunque las siembras de este año se mantienen con buenas perspectivas de precio; la remolacha sigue en descenso y en olivar, la campaña pasada fue "corta en cantidad pero excelente en calidad, eso sí con precios cortos y ventas lentas".

En viña, la cosecha fue de buena calidad, menor en cantidad y con precios bajos. La fresa ha sufrido un ligero descenso en la superficie, en torno a un cinco o seis por ciento, y también en la producción, que no ha superado los 700 gramos por planta.

No obstante, señala que el sector goza de buena salud, como ocurre con los cítricos, cuyas producciones han sido más altas y con mayor calibre; los frutales de hueso, que sufrieron un descenso en la producción que auguraba un aumento de los precios que finalmente se ha visto truncado en parte por la crisis del pepino y con frambuesas y arándanos. En este particular, y hasta el momento de las cancelaciones sufridas desde Europa, la segunda puesta se encontró con "un mercado receptivo y con buenos precios".

Como ya advirtió Asaja en su momento, se pueden calcular en la provincia unas pérdidas de entre cinco y seis millones de euros a causa de la mencionada crisis del pepino. A este respecto, García-Palacios ha precisado que, pese a que la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, "ha dicho que peleará hasta por el último céntimo", el sector onubense "no tiene esperanza de que haya una compensación para estas pérdidas", ya que los frutos afectados no se encuentran entre los cinco determinados para las subvenciones.

En cuanto a la ganadería, además de la "batalla" para la defensa del cerdo ibérico, destacan la incidencia de la tuberculosis en el ganado vacuno y la falta de rentabilidad continúa en ovino, que acaba con numerosas explotaciones cada año.

Control de la calidad

Por su parte, García-Palacios ha hecho hincapié en la importancia de que se ponga en marcha un sistema que vele por la calidad de los productos que llegan a los mercados. Se trata de rescatar la función que en su día realizaba el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones (Soivre) al objeto de que no ocurra lo acontecido con los cítricos en esta campaña.

Así, ha explicado que "si esto existiera los productores tendrían garantías de que la estabilidad en los precios se mantenía acorde a la calidad con la que llegan al mercado final". En concreto, ha precisado la situación de los cítricos, ya que los precios se han "hundido", en algunas variedades hasta un "50 por ciento" por la cantidad "ingente" de toneladas de fruta en "mal estado o helada".

De este modo, los productores onubenses no han podido "vender sus frutos al precio adecuado para la calidad que tenían". "El consumidor es sensible a pagar por algo que no tiene la calidad que espera de ella", ha matizado. REIVINDICACIONES

Asimismo, ha reivindicado la importancia de impulsar las infraestructuras, así como ha resaltado la aprobación de la Ponencia de Estudio de la Dehesa en el Senado, ya que además el documento ha sido trasladado a todas las comunidades autónomas, a las organizaciones que han participado en la Ponencia y a la Unión Europea, objetivo próximo ya que una legislación comunitaria conllevaría "la protección definitiva de este ecosistema pero también nuevas herramientas económicas para su protección".

Otro de los asuntos tratados ha sido la lucha por los recursos hídricos e infraestructuras de la provincia y en contra del "recorte" de las concesiones impuestas en el Plan Hidrológico de la Cuenca Tinto-Odiel-Piedras que establece un caudal de 4.000 metros cúbicos por hectárea al año para unos cultivos que precisan entre 6.000 y 7.000 metros cúbicos de agua usada con la mayor de las eficacias.

De otro lado, García-Palacios ha apuntado la postura contraria de Asaja ante el proyecto de dragado de profundización del Guadalquivir, propuesto por el Puerto de Sevilla, ya que tendría "consecuencias nefastas para Doñana y su agricultura y afectaría al patrimonio hídrico" de la provincia de Huelva debido al aumento de la salinidad del río lo que provocaría "daños irreparables" en el estuario, la pérdida de la biodiversidad de las orillas y la marisma y por supuesto, los arroceros de la zona, entre otros profesionales, "no podrán seguir desarrollando su actividad porque sus campos estarán inundados por el agua salada".

Por ello, Asaja-Huelva sospecha que el agua para compensar la salinidad saldrá de las reservas onubenses. Igualmente, la organización agraria está en contra del proyecto del oleoducto de la refinería Balboa.

Año forestal

El año forestal ha venido marcado por la ausencia de incendios importantes, pero desde Asaja se insiste en la necesidad de potenciar la prevención, para lo que es necesario incrementar las ayudas para las actuaciones forestales. En este sentido, desde Asaja se ha seguido trabajando en la constitución de las distintas Agrupaciones de Defensa Forestal.

Ya son 1.750 los agrupados en las 64 Agrupación de Defensa Forestal (ADF) constituidas, con un total de 362.000 hectáreas (el 37 por ciento de la superficie de Huelva). Son las ADF, a través de FEADEFOH, las que han realizado 850 planes de prevención de incendios desde la iniciativa privada.