Más de medio millar de 'indignados' han cortado este miércoles por la tarde el tráfico en la Gran Vía de Madrid con una manifestación espontánea que tenía el objetivo de celebrar la entrega del documento que recoge sus quejas y propuestas en el Congreso de los Diputados y denunciar la "violencia policial" que ha tenido lugar este miércoles por la mañana frente al Congreso.

Por esos motivos, el movimiento 15-M había convocado una concentración en el Paseo del Prado, donde tiene lugar otra de sus acampadas, que ha acabado transformándose en una improvisada marcha hacia la Puerta del Sol. Bajo consignas como "No es una crisis, es el sistema", "Ninguna agresión sin respuesta" y "Que no tenemos miedo", más de 500 personas han recorrido la Gran Vía y bajado por la calle de Preciados hasta Sol.

Los miembros del Movimiento 15-M han vivido una día de tira y afloja con la Policía durante varias horas para conseguir entregar un manifiesto reivindicativo en el Congreso de los Diputados, donde pudieron registrarlo, pero sin lograr dar lectura del mismo en la plaza de las Cortes.

Sin embargo, el enfrentamiento entre agentes e 'indignados' comenzaba a primera hora de la mañana cuando la policía iniciaba el desalojo de los acampados en el paseo del Prado, de forma violenta según los jóvenes, ha comentado Esther, una portavoz del Movimiento 15-M procedente del distrito de Vallecas. "Ha habido carga policial con empujones y puñetazos", según Esther, portavoz del 15-M, en la que resultaron heridas al menos once personas, cuatro policías y siete manifestantes.

A última hora de la tarde, los 'indignados' han intentado llegar hasta las puertas del Congreso de los Diputados, lo que ha sido impedido por la policía, que ha desplegado un fuerte dispositivo alrededor de la Cámara Baja.

Ante el edificio de la sede de la Presidencia regional, en la Puerta del Sol, han leído un manifiesto en el que resumen los problemas detectados en su gira por los pueblos de España como "la corrupción y la falta de democracia, la situación agraria y ganadera y la situación medioambiental", por lo que han exigido un cambio.

Encabezadas por unas pancartas que decían 'Ninguna agresión sin respuesta' y 'Nos tocan a uno nos tocan a todos', unas 400 personas, según cálculos de la policía, han protestado así por las supuestas agresiones sufridas esta mañana por la policía en el paseo del Prado, donde los servicios de urgencia municipales han atendido a 4 policías y 7 'indignados', todos con contusiones leves.

"Ante sólo estábamos indignados, ahora estamos apaleados", ha sentenciado Mónica, de 30 años, una pedagoga terapéutica bilingüe y en paro.