Médico de familia, coordinados por la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia de Atención Primaria del Distrito Sevilla, ha conseguido modificar el tratamiento con fármacos contra las fracturas óseas en un grupo de mujeres a la que se identificó que hacían un uso "relativamente frecuente" de estos tratamientos, pese a pertenecer a un grupo "de bajo riesgo".

Este cambio ha sido posible después de que un grupo de médicos de familia de la provincia haya podido evaluar cómo se utilizan los medicamentos para la prevención de fracturas óseas a partir de los datos recogidos en las historias clínicas de este tipo de pacientes.

En concreto, este trabajo de campo realizado por 289 médicos de familia de los Distritos Aljarafe, Sevilla, Sevilla Norte y Sevilla Sur, que recoge Europa Press, ha permitido revisar el tratamiento a 714 personas, al tiempo que también ha posibilitado definir cuál es el perfil del enfermo que utiliza fármacos para reducir el riesgo de fracturas.

De la evaluación se ha extraído como principales conclusiones el que gran parte de la población de mayor riesgo, esto es, mujeres y hombres mayores con fracturas osteoporóticas previas, y/o que presentan factores de riesgo, está adecuadamente tratada.

Del mismo modo, se ha constatado la labor realizada desde el Equipo Básico de Atención Primaria en la detección y control de las personas que sufren caídas frecuentes, que son causa del 90 por ciento de las fracturas de cadera, que es la fractura osteoporótica más grave.

Pero esta valoración de tratamientos no sólo ha permitido conocer en qué casos se utilizan fármacos para prevenir fracturas óseas, sino también para realizar actuaciones tras la revisión. Así, se ha identificado un uso "relativamente frecuente" en mujeres "de bajo riesgo", sobre las que se ha actuado "modificando el tratamiento hacia formas más eficientes y seguras, basadas en cambios hacia estilos de vida más activos y menor polimedicación y alimentación", recoge este trabajo.

Esta familia de medicamentos se suelen indicar como medida preventiva en personas que acumulan factores de riesgo de sufrir una fractura ósea, aunque no están exentos de riesgos. De ahí, que se desaconsejen en personas en riesgo de fractura bajo.

El estudio también ha detectado que los pacientes deberían de tener un mejor conocimiento de los efectos adversos que se producen con estos fármacos, como la osteonecrosis mandibular (enfermedad resultado de la pérdida temporal o permanente de la entrada de sangre en los huesos), cáncer de esófago y fracturas atípicas, que se asocian a los medicamentos llamados bifosfonatos, o el tromboembolismo pulmonar que se asocia al raloxifeno.