La Romareda aún debe seguir años en uso, pero está para el desguace

Las grietas y las manchas de humedad son numerosas en las zonas utilizadas tanto por los jugadores del Zaragoza como por el público. Así es por dentro La Romareda, un estadio, propiedad municipal, que presenta un estado que a muchos zaragocistas les da pena. Necesita una reforma, pues aún tiene que seguir albergando durante algunas temporadas partidos de primer orden.
El muro del lado norte de la tribuna de La Romareda, resquebrajado. (R.Ruiz)
El muro del lado norte de la tribuna de La Romareda, resquebrajado. (R.Ruiz)
R.Ruiz
El muro del lado norte de la tribuna de La Romareda, resquebrajado. (R.Ruiz)

Hace 50 años, la Romareda era un campo de campeonato pero, ahora, la edad le pesa.

Tras un proyecto fallido y otro frenado para su remodelación (recurso del PAR y suspensión cautelar de las obras decretada por un juez), el campo de fútbol seguirá igual unos años.

La afición y los jugadores convivirán con grietas y humedades del viejo estadio.

Adentrarse en La Romareda evoca tiempos pasados: por la puerta de vestuarios (foto de arriba), llama la atención las manchas de humedad.

Del vestuario al túnel, los jugadores del Real Zaragoza y los visitantes comparten el mismo pasillo donde el agua corroe las paredes.

Es un lugar con un perenne olor a humedad provocado por los permanentes charcos del suelo.

El panorama no mejora sobre sus cabezas: el techo, que amenazaba ruina, se tuvo que reforzar hace tres años.

El césped presenta un aspecto limpio, cuidado y fresco, pues los jardineros cortan y preparan el campo para el próximo duelo de Liga.

Localidades de La Romareda sobre cemento resquebrajado (R.Ruiz)Pero frente a la hierba recién cortada, las gradas (la imagen de la derecha) están llenas de fisuras y adornadas con las barandillas oxidadas.

Bajo las localidades, descoloridas por el agua y el sol, el cemento se resquebraja.

Los últimos arreglos en el estadio

Los palcos y la zona de discapacitados (donde se colocó una cubierta) fueron dos reformas de urgencia que se realizaron hace dos años, cuando el Real Zaragoza jugó la Copa de la UEFA.

Los cuartos de baño y los vestuarios también tuvieron que ser sometidos a arreglos, las paredes tienen que ser pintadas todos los años por la humedad y las barandillas que pueblan las gradas también se blanquean cada año, pero la pintura ya casi no cubre el óxido.

Las instalaciones de La Romareda para el equipo filial también presentan un estado lamentable. (R.Ruiz)Los aficionados maños se quejan

Javier Acha (Médico en el hospital Miguel Servet): "Zaragoza necesita que este espacio sea de utilidad social. La Romareda se la tendrían que llevar de aquí. Cuando hay partido, las ambulancias tardan más en entrar. El hospital es un lugar sagrado".

Moisés Bustos (Vecino de la zona): "Creo que el campo está bien aquí, aunque se ve muy estropeado y es necesaria la reforma. Ahora la Romareda no da una buena imagen de la ciudad. Además, la remodelación daría trabajo".

Las imágenes, como esta última de la izquierda, de la entrada a los vestuarios del equipo filial, hablan por sí solas.

50 años de fútbol y miles y miles de aficionados en La Romareda han dejado unas instalaciones que, al menos como imagen, no hablan nada bien del Zaragoza.

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