El hombre que ha matado este martes de varios disparos a otro en un gimnasio de Madrid había mantenido una relación sentimental con la víctima, según fuentes de la investigación.

El agresor es Ángel Luis J.T., de 45 años, sargento de la Guardia Civil destinado en una unidad de vehículos de la Benemérita en Madrid, mientras que el muerto es Marcos H.H., de veintiocho años. El suceso ha tenido lugar a primeras horas de la tarde en el vestuario masculino de un gimnasio de la cadena Holiday Gym de la plaza de la República Dominicana 8 de Madrid.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía han confirmado que a las 16.40 horas se recibió una llamada en el 091 alertando de que se acababa de producir un tiroteo en el interior de un gimnasio. El fallecido presentaba varias heridas por arma de fuego y los sanitarios sólo han podido certificar su muerte.

El otro varón y presunto agresor presentaba una herida, también por arma de fuego, en la cabeza, por lo que ha sido estabilizado y trasladado con pronóstico muy grave al Hospital Gregorio Marañón.

Los usuarios del Holiday Gym de la plaza de la República Dominicana pensaban que los ruidos que oyeron sobre las 16.30 horas eran obras en las instalaciones, hasta que vieron cómo algunos socios corrían por las escaleras vistiéndose sobre la marcha y alertando de un tiroteo en el vestuario masculino.

Así se lo ha contado Fernando, monitor del centro que estaba dando una clase de spinning cuando se han producido los disparos, que han acabado con la vida de un hombre y dejado a otro herido muy grave. Según un testigo, el fallecido y el herido, que al parecer eran conocidos en el local, podrían haber llegado juntos al gimnasio.

Alrededor de las 16.30 horas muchos de los socios -había unas 25 ó 30 personas dentro, según uno de los usuarios, llamado Víctor- escucharon ruidos que parecían "martillazos", por lo que algunos pensaron que estaban realizando obras en las instalaciones. De acuerdo con los testimonios, se escucharon varios golpes o detonaciones, unos 5 ó 6 al principio, y después de una pausa otro más.

Uno de los socios llamó a la Policía para informar del suceso, mientras los usuarios del gimnasio se llevaban "el susto del siglo", en palabras de uno de ellos. Otro de los testigos ha asegurado que bajó a los vestuarios y vio a uno de los dos hombres tendido en el suelo sangrando, con una pistola en la mano.

El suceso ha despertado una gran espectación en la zona, y numerosos curiosos, junto a periodistas y socios del gimnasio que aguardan a poder entrar para recoger sus pertenencias, se agolpan alrededor del cordón policial, donde un furgón funerario espera a que se produzca el levantamiento del cadáver.