La portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Socialista en Les Corts, Carmen Ninet, ha exigido este sábado al futuro presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, que "no prometa lo que no vaya a cumplir", en referencia a su intención de facilitar los contratos de la Gürtel a los partidos de la oposición, y ha mostrado su "escepticismo" ante un nuevo jefe del Consell que ha anunciado "que no prescindirá de nada ni de nadie".

En un comunicado, la socialista ha recordado que "uno de cada cuatro diputados autonómicos del PPCV están implicados o imputados en casos de corrupción", por lo que ha advertido de que "cuando Fabra vea los documentos, igual cambia de opinión en cuanto a su ánimo de ser transparente, porque la ratio de 'imputado por diputado' del PPCV crecerá exponencialmente cuantos más contratos nos sean facilitados".

En este sentido, se ha preguntado "qué le va a parecer esta medida a (Paula) Sánchez de León, a Vicente Rambla o al propio (Rafael) Blasco, quiénes recibieron la instrucción de bloquear y obstaculizar los contratos públicos", y ha criticado que, mientras Francisco Camps "practicaba la opacidad, Fabra aplaudía y callaba".

Ninet también ha exigido al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, que aclare "si planificó el final de Camps con el otro Fabra en una comida en Madrid" y ha destacado la "casualidad" de que fuera el propio líder nacional del PP "quien le dijera al padrino de Fabra, que Fabra iba a ser el sustituto de Rajoy".

"De ser un atraco, hasta el delincuente menos avispado aseguraría que son cómplices del delito", ha agregado la socialista.

La portavoz adjunta también se ha preguntado a qué se refiere Rajoy cuando dice que Camps tendrá futuro donde quiera y ha cuestionado si "cuando el líder nacional del PP pierda las próximas elecciones generales, por tercera vez, piensa darle cobijo en la calle Génova".

Por otra parte, Ninet se ha dirigido también a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y le ha recordado que si "el defecto de Camps fue fiarse de una trama de corruptos", es también la obligación de un presidente de la Generalitat "saber de quién se rodea e intuir por qué le agasajan y a cambio de qué".