Manu Brabo volvería a Libia porque le atrae "muchísimo" este conflicto y se quedó "pillado" de la historia

Lamenta que los freelance tengan que irse "en bragas" ya que los medios de comunicación no ofrecen buenas condiciones
Manu Brabo En La UIMP
Manu Brabo En La UIMP
EUROPA PRESS
Manu Brabo En La UIMP

El fotoperiodista Manu Brabo, detenido por el ejército libio el pasado 5 de abril durante la rebelión de este país africano y puesto en libertad el 18 de mayo, ha señalado este miércoles en Santander que volvería a Libia porque es "un conflicto que le atrae muchísimo", en el que está sucediendo una historia que le ha dejado "pillado".

Así lo ha indicado Brabo en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, donde participa en el curso 'Emociones y avisos: la tarea de conmover en los medios' de la Escuela de Periodismo 'Juantxu Rodríguez'.

En esta rueda de prensa ha estado acompañado de la directora del curso, profesora de Periodismo de la Universidad del País Vasco, y presidenta de la Asociación Vasca de Periodistas, Lucía Martínez Odriozola; y la escritora y periodista Lydia Cacho.

Brabo ha destacado que si vuelve a Libia será cuando "no hubiese un estado que fuera a detenerle", pero que tiene "claro" volvería, a pesar de que los freelance que acuden a estos lugares tienen que irse "en bragas" ya que los medios de comunicación no ofrecen buenas condiciones.

Este fotoperiodista ha señalado que, cuando te proponen ir a un país en conflicto, hay dos opciones: "no vas, o vas". En esta última decisión, ha puntualizado, el fotógrafo tendrá que considerar "cuánto vale su pellejo".

Para mejorar las condiciones de todos los profesionales de la información que realizan su trabajo en "condiciones paupérrimas" lo que hay que hacer, según Brabo, es "dar la paliza" para que la sociedad conozca lo que "hay detrás" de esos trabajos.

El fotoperiodista ha considerado que, tras su cautiverio, los medios de comunicación "miran con más detenimiento" su trabajo, pero "nada más".

A pesar de la experiencia que ha supuesto estar detenido por las fuerzas de Gadafi, Brabo ha sacado algo positivo: primero que está "vivo", pero también ha descubierto "hasta donde se pueden estirar las fuerzas", así como "todo" lo que tiene "en la cabeza".

Ponerse en "el pellejo" de personas

Además, ha destacado que esa experiencia le ha servido para aprender a "ponerse en el pellejo de determinadas personas", en concreto ha indicado que, cuando veía a los rebeldes, "su tristeza" y al mismo tiempo "sus ganas de cambiar la historia", "entendía" a esas personas que estaban sufriendo.

Por ello, Brabo ha considerado que la experiencia de sus detención la ha "reconducido" de "una forma positiva", que le permitirá "hacer trabajos" en los que la situación del lugar sea de "conflicto".

Por su parte, Cacho, periodista "amenazada" por las mafias, ha explicado que cuando "su vida está en juego" y quieren "callar" el trabajo que realiza, su decisión ha sido "seguir" porque considera que su labor es "útil" y que tiene "incidencia" en ciertos grupos sociales, ha dicho

Cacho ha relatado como, en estos momentos, "la mafia argentina y la mexicana" están "detrás" de ella por la repercusión que alcanza su trabajo, que ahora está centrado en investigaciones sobre "la delincuencia organizada" que domina el país de México.

El país está inmerso en "una censura brutal", pero ella tiene claro que "no se va a callar". También ha destacado que ha "aprendido a vivir en esa situación", porque "la vida sigue".

A este respecto, Cacho ha señalado que su "gran tarea" ha sido aprender a "manejar el estrés y las emociones", una labor autodidacta que esta periodista explicará este jueves a los alumnos que acuden al curso 'Emociones y avisos: la tarea de conmover en los medios'.

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