Desconocemos, por ejemplo, que mientras en Europa nos dábamos espadazos al estilo medieval y rezábamos a las reliquias, en Japón ya se desarrollaba una impresionante vida cultural en la que participaba prácticamente todo el pueblo.

Una de las formas más extendidas de comunicación de esa cultura eran los grabados: en ellos se representaban escenas religiosas de las distintas creeencias del Lejano Oriente, pero también historias y leyendas de héroes samuráis y princesas.

* Museo Ramón Gaya en Murcia. Plaza Santa Catalina. Hasta el 15 de mayo. Horario: de martes a sábados de 10.00 a 14.00 h y de 17.00 a 20.00 h. Domingos y festivos, de 11.00 a 14.00 h. Lunes, cerrado. Gratis.

Un estilo muy diferente

Los grabados japoneses antiguos son diferentes a los occidentales. Pasa lo mismo que con el manga en la actualidad.

Los trazos son diferentes, las curvas también, y varía la representación de la figura humana. Desde su origen son diferentes: el primer grabado japonés conservado hasta nuestros días es un escrito que figura en la estructura de madera de una vieja pagoda del siglo VIII; se cree que es la obra de su género más antigua del mundo.