Esta «tolerancia cero» de la Concejalía de Medio Ambiente se muestra en los datos: sólo el año pasado 165 coruñeses fueron sancionados por no limpiar sus solares, 35 más que en 2004 (año en el que se tramitaron 130 sanciones). Es decir, que el año pasado el Ayuntamiento cazó a un dueño con su parcela en mal estado cada dos días. «Un inspector nos avisa de esta situación, y después se le envía una nota al propietario con un plazo para arreglar su propiedad. Si no lo hace se le pone una multa», dicen responsables de Medio Ambiente.

Y la broma puede salir cara. La ordenanza de limpieza obliga a los propietarios a tener cuidadas sus zonas y si no lo hacen, se les ponen multas coercitivas que llegan a los 6.000 euros.

En el Orzán lo viven de cerca

Los vecinos del barrio del Orzán saben muy bien lo que es vivir rodeados de parcelas abandonadas. Hace unos meses, la presidenta de la asociación vecinal, Aure López, denunció que hay una veintena de casas que nadie cuida con jardines llenos de maleza que son un foco para las ratas. Los residentes en esta zona creen que la legislación debería ser más dura para obligar a los propietarios a tener en buenas condiciones sus propiedades. Aseguran que hay poca mano dura para resolver esta situación.