El Ministerio Fiscal pide un global de 26 años de prisión para dos personas, Félix T.S. —conocido como 'El Rifle'— y Javier L.H, acusadas de depósito de armas y explosivos que supuestamente escondían en tres zulos en pinares próximos a la localidad vallisoletana de Medina del Campo.

Los acusados se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Valladolid para responder de un delito de depósito de armas, por el que se solicita para cada uno de ellos siete años de prisión, y otro de depósito de explosivos, por el que el Ministerio Público pide seis años de cárcel.

Los dos individuos, junto a un tercero, fueron detenidos en octubre de 2009 después de que la Policía Nacional localizara tres zulos en pinares próximos a Medina del Campo (Valladolid) donde se ocultaban una veintena de armas y abundante munición con las que se abastecían a diferentes delincuentes comunes de la zona. Además, en la operación se intervinieron placas falsas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre otros efectos.

El operativo policial se puso en marcha después de que dos individuos efectuaran varios disparos intimidatorios en un bar sito en la carretera de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) con el fin de intimidar a tres personas que se encontraban en el interior del local.

Los investigadores, para evitar que pudieran llevarse a cabo otras acciones armadas entre estos individuos, decidieron centrar sus indagaciones en las personas que se encontraban dentro del bar. Fruto del trabajo policial, se detectó un primer zulo en unos pinares a diez kilómetros del domicilio de uno de los detenidos. El agujero estaba situado en la misma carretera donde se habían producido los disparos del día anterior. Por esta zona se había observado deambular también a otro de los arrestados.

Entre las armas,

Una granada de mano

En este hoyo se intervinieron los siguientes efectos: un revólver, cuatro pistolas, cuatro armas largas (entre ellas un fusil de asalto), puños americanos, aerosoles de defensa, pistolas eléctricas, defensas extensibles, básculas de las usadas para el pesaje de sustancia estupefaciente y nueve bolsas con abundante munición de arma corta y larga. Además se halló una granada y pólvora en grano, la cual fue manipulada por los agentes de Explosivos de la Comisaría Provincial de Valladolid.

Posteriormente, se comprobó que este arsenal pertenecía a uno de los individuos que se encontraba en el interior del bar. Se montó un dispositivo que culminó con su detención y la del hombre que lo acompañaba cuando ambos abandonaban la vivienda de uno de ellos en Medina del Campo.

Además un tercer individuo, que se hallaba con estas dos personas en el interior de local de la carretera de Peñaranda de Bracamonte y que tenía vigente una búsqueda por un Juzgado de Cataluña, también fue arrestado.

Una vez practicadas todas las detenciones se procedió al registro domiciliario del que se considera el gestor de las armas, Félix T.S, incautándole en su casa dos pistolas y un revólver. Por la extensión de la finca se hizo necesaria la intervención de la Unidad de Guías Caninos.

Se da la circunstancia de que Félix T.S. está pendiente de extradición a la República Dominicana, ya que según una investigación llevada desde allí podría ser el presunto responsable de encargar el asesinato de un hombre a través de un sicario de ese país, tras haber descubierto que su pareja mantuvo relaciones con el fallecido durante una estancia que tuvo en ese país.

En bidones dentro de la tierra

Durante las pesquisas se observó que uno de los implicados realizaba desplazamientos a un pinar sito en las cercanías de la Nacional VI, motivo por el cual se decidió hacer una criba de la zona, hallándose el segundo zulo.

La mercancía estaba alojada en un bidón dentro de la tierra. En los mismos había chalecos antibalas, chalecos simulando a los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, placas falsas de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, abundante munición de armas cortas y largas, numerosas fundas de pistolas, defensas eléctricas y una pistola del calibre 45.

Los agentes volvieron a hacer un análisis de toda la información recabada durante la investigación y llegaron a la conclusión de que podría existir un tercer zulo en las inmediaciones del segundo. De este modo se decidió volver a la zona y así se localizó otro bidón enterrado en el suelo con abundante munición para armas cortas y largas, dos escopetas de balines y prensas para preparar sustancia estupefaciente.