El consejero de Obras Públicas y Vivienda de Cantabria, Francisco Rodríguez Argüeso, ha visitado este viernes las obras del aparcamiento del puerto de San Vicente de la Barquera, donde ha manifestado que será "prácticamente imposible" que entre en servicio este verano.

Así, aunque los técnicos han dicho que las obras podrían acabarse en agosto, el consejero ha subrayado la importancia de acabar los trabajos, que fueron adjudicados en unos 3 millones de euros, "con un alto grado de seguridad".

"Aunque todos hubiéramos deseado que se cumpliera el plazo para que este verano estuviera disponible el aparcamiento, esto será prácticamente imposible, ya que habría que dar solución a los trámites administrativos para la explotación del servicio", ha argumentado.

Rodríguez Argüeso, que ha estado acompañado del director general de Obras Públicas, Francisco Sánchez Cimiano, ha visitado la marcha de las obras con el alcalde de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, y los técnicos, que han señalado que el plazo de finalización de las obras será el próximo 17 de septiembre, aunque existe la posibilidad de que acaben en agosto.

Pero el consejero ha considerado que "es ser sincero y hacer la obra lo mejor posible". "Si no se puede abrir en verano, lo que hay que hacer es dar garantía de que todo va a funcionar a la perfección", ha añadido

En estos términos también se ha expresado el alcalde, para quien "después de muchos años demandando este servicio, tres meses no pueden ser la diferencia entre que la obra sea o no sea un éxito".

"Lo que está claro es que resolvemos un problema y abriéndolo en una época de menos afluencia de vehículos permitirá una ordenación más detallada", ha agregado.

Vélez también ha expresado la importancia de que los precios públicos para las plazas fijas del aparcamiento sean asequibles.

OBRAS

Las obras del aparcamiento del puerto de San Vicente de la Barquera, que admitirán 368 plazas, incluyen también la construcción del edificio para doce almacenes de artes pesqueras, ocupando el espacio de la antigua fábrica de hielo y el edificio de almacenes.

Consisten en la demolición de la antigua fábrica de hielo y de los almacenes, que quedaron obsoletos para los pescadores, y en la construcción de un edificio de dos alturas y de unos 4.615 metros cuadrados.

Los nuevos almacenes se proyectan con una superficie media de 88,20 metros cuadrados, en dos plantas, con aseos, duchas y resto de servicios. En su fachada trasera, dentro del mismo edificio, se adosará la zona de aparcamiento, distribuida en tres plantas. La tercera planta, situada en la cubierta del edificio, se habilitará como aparcamiento y como paseo-mirador.

El aparcamiento contará con circuito cerrado de video vigilancia, sistema de grabación de matrículas y de indicación de plazas libres, sistemas de detección y extinción de incendios, ventilación, ascensor, aseos y ocho plazas para vehículos adaptados para personas con movilidad reducida.

La solución adoptada reducirá el impacto visual y el acabado del edificio se resolverá mediante una combinación de piedra natural y acero galvanizado (fachadas sur y este) y hormigón visto (fachadas norte y oeste).