La Guardia Civil de Cantabria ha dado por finalizada la operación 'cafeto' que inició en agosto del año pasado con la desarticulación de una red de tráfico de drogas que introducía speed en la región procedente de Países Bajos y que, tras su preparación, se distribuía por el resto de España.

En total, los agentes han detenido a treinta personas y han intervenido casi 105 kilos de speed, entre otras sustancias, según ha informado la Guardia Civil.

En un comunicado, ha explicado que en la última fase de la operación los agentes del equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) se centraron en el escalón de distribución de speed y otras sustancias, procediendo a la detención de 16 personas más y a la incautación de importantes cantidades de droga.

Estos arrestos e intervenciones se suman a los llevados a cabo con anterioridad con motivo de la operación 'cafeto', que comenzó en agosto de 2010 con la investigación sobre diferentes vecinos de las localidades cántabras de Laredo, Santoña y Ampuero que presuntamente se dedicaban al tráfico de drogas.

Los efectivos concluyeron que los investigados configuraban una importante red de distribución de estupefacientes, fundamentalmente de speed. Posteriormente, determinaron al cabecilla de la organización, que contaba con una infraestructura de personas para realizar viajes a Países Bajos (Holanda) y negociar la compra de droga con grandes mayoristas, así como para organizar el traslado de los estupefacientes. Los implicados mantenían unas "escrupulosas" medidas de seguridad para evitar ser detectados.

En total, la operación se salda con 30 personas detenidas, 19 registros realizados en domicilios, establecimientos y un garaje de las localidades de Laredo, Treto, Guarnizo, Suances, Ampuero, Argoños, Santoña, Rasines, Bádames y Colindres.

Entre lo intervenido, destacan los casi 105 kilos de speed, cerca de 6 kilos de hachís, 2,5 kilos de marihuana seca y 863 plantas de esta misma sustancia, 397 gramos de cristal (metanfetamina), 262 gramos de cocaína, diferentes cantidades de ketamina, 79 dosis de LSD, casi 5 kilos de sustancia de corte, más de 216.000 euros en metálico, 13 vehículos, —entre ellos una cabeza tractora con semirremolque—, un rifle, una escopeta, un revolver simulado, un chaleco antibalas, ocho armas blancas, balanzas electrónicas, teléfonos móviles, ordenadores, etc.

De los casi 105 kilos de speed intervenidos y que constituyen una de las mayores incautaciones de esta sustancia en lo que va de año en España, se podía haber puesto en circulación casi un millón de dosis de este estupefaciente.

Primera fase

En una primera fase, los componentes del EDOA averiguaron que estaba prevista la llegada a España de una importante partida de estupefacientes y establecieron el correspondiente operativo para interceptarla.

Así, el pasado 2 de abril en el puente internacional de Biriatou, en la frontera franco-española, localizaron un camión con domicilio social en Cantabria que transportaba ocultos en su cabina 99 paquetes de speed procedentes de Holanda, de 102 kilos de peso. El hombre fue arrestado.

Tras tener conocimiento de que el responsable de la organización había convocado una reunión a raíz de la intervención del speed por parte de la Guardia Civil, el día 4 de abril se detuvo al propio jefe y a otros cuatro integrantes de la organización, al ser localizados en el aeropuerto de Parayas y en un establecimiento próximo, cuando acudían al citado encuentro.

En días posteriores continuaron las detenciones y registros, que dieron como resultado final de esta fase el arresto de 14 personas (incluidas las anteriores) y la intervención de diferentes cantidades de cocaína, hachís, cristal, casi 5 kilos de sustancia de corte, anabolizantes, ketamina, 215.321 euros en metálico, teléfonos móviles, balanzas de precisión, 8 vehículos tipo turismo y una cabeza tractora de un trailer, joyas, ordenadores, armas blancas y de fuego simuladas y chalecos antibala.

Fase final

Aunque se había desmantelado la cúpula y los principales integrantes de la organización, la Guardia Civil continuó con la investigación para llegar al escalón encargado de la distribución del speed y otras sustancias estupefacientes 'al pormenor', que según se pudo averiguar en las investigaciones se realizaba en las zonas de ocio de Laredo, Colindres, Castro Urdiales, Santoña, así como en diferentes puntos de las provincias de Vizcaya, Guipuzcoa y Burgos.

Estas pesquisas determinaron que algunos de los integrantes de este escalón estaban esperando una partida de droga que debía llegar a la estación de autobuses de Bilbao el 24 de junio.

Así, se estableció el correspondiente dispositivo en la estación y los agentes observaron la llegada de un autobús procedente de Málaga, del que se bajaron dos personas que contactaron con otras dos, estas últimas vecinas de Laredo y que estaban siendo investigadas en el marco de esta operación.

En ese momento, los guardias civiles actuaron y tras registrar los enseres que portaban las personas que llegaron en el autobús, —dos varones naturales de Marruecos, uno de ellos menor de edad—, encontraron 5,5 kilos de hachís. A continuación, detuvieron a estas cuatro personas.

Ante esta intervención, los componentes de EDOA decidieron explotar esta última fase de la operación procediendo a la detención entre el 24 de junio y el 11 de julio de otras 12 personas vecinas de Laredo, Adal-Treto, Bádames, Ampuero, Bilbao (Vizcaya), Portugalete (Vizcaya), y de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja (Burgos).

También realizaron diferentes registros que se saldaron con la incautación de casi 2 kilos más de speed, una plantación hidropónica con 858 plantas de marihuana y 2,5 kilos de esta sustancia ya seca, así como diferentes cantidades de cristal y LSD.

Trascendente fuente de suministro

La Guardia Civil considera que con esta operación, además de desmantelar una importante trama de tráfico de drogas a nivel internacional, se ha cortado una "trascendente fuente de suministro" de speed no solo en Cantabria, sino también al resto de España, especialmente el País Vasco, Burgos, Valladolid, Asturias, Madrid y Cádiz.

Los efectivos llegaron también a la conclusión de que el responsable de la organización mantenía contactos con personas en Holanda con la supuesta finalidad de introducir importantes cantidades de speed semanalmente a España, por lo que estaba considerado como uno de los mayores traficantes de esta sustancia en España.