El Gobierno de Cantabria quiere que Santander tenga aprobado para octubre su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), un objetivo "exigente" en el que Ejecutivo regional y Ayuntamiento trabajarán conjuntamente para "agilizar al máximo" su tramitación.

Éste ha sido uno de los asuntos que el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ambos del PP, han abordado en el encuentro mantenido este viernes, el primero de carácter institucional desde la constitución del nuevo Gobierno.

Su reunión también ha servido para acordar una "postura común" en otros temas que afectan a Santander, como la llegada del AVE, el empleo, la integración de los espacios ferroviarios, el Frente Marítimo o el 'edificio Moneo', futura sede del Gobierno regional, que sólo se llevará a cabo si el análisis económico que se está realizando sobre la situación patrimonial del Gobierno lo ve "conveniente" ya que, de lo contrario, "deberá quedar pendiente".

Así lo han manifestado en una rueda de prensa celebrada tras el encuentro ambos dirigentes, que, además, han expresado su "voluntad" de "coordinarse" para sacar adelante asuntos que, como éstos, resultan "importantes" para Santander ya que son "elementos dinamizadores" para la ciudad por la correspondiente repercusión que tendrán para toda Cantabria.

"Siendo asuntos importantes para Santander son siempre asuntos importantes para Cantabria", ha recalcado Diego que, al igual que hizo durante la campaña electoral, ha expresado su "compromiso" de convertir a Santander en la "capital del Cantábrico".

En mismo sentido, y tras hacer un repaso a varios de los asuntos tratados, De la Serna se ha mostrado "absolutamente satisfecho" del encuentro mantenido con el presidente regional y ha destacado el "cambio de actitud" y de "talante" que ha supuesto la entrada del nuevo Gobierno.

Según ha dicho, ha permitido "tornar" las "trabas" y las "dificultades" que el anterior Ejecutivo, había impuesto, a su juicio, a Santander en "colaboración", una actitud que no tiene "absolutamente nada que ver con el desgraciado vía crucis" que —ha afirmado— ha atravesado el Consistorio en sus relaciones con el anterior Ejecutivo (PRC-PSOE). ((Habrá ampliación))