El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, ha señalado este viernes que la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el cese de actividad de la central nuclear de Santa María de Garoña es "injusta" y que desvía el fondo del asunto.

"Acatamos la sentencia pero no se debe desviar el fondo del asunto", ha aseverado Rico antes de explicar que "nunca se ha entrado a valorar el componente legal porque la norma puede ser legal pero injusta".

En este sentido, ha destacado que la decisión de no prorrogar la actividad de Garoña es "meramente política y arbitraria" y ha pronosticado unas consecuencias "nefastas" para el entorno de la central, de producirse el cierre en 2013.

En concreto, ha manifestado su preocupación por la pérdida de más de 1.000 empleos tras el cese de actividad y de generación de riqueza en la comarca, al finalizar las aportaciones que Garoña realiza al tejido social de la zona.

Asimismo, ha pronosticado que la situación económica no permitirá sustituir unos empleos por otros y que, al no existir una alternativa sólida, "se está jugando con el futuro de las familias".

Respecto al Plan Garoña, ha insistido en la necesidad de una "revisión" de sus propuestas y ha asegurado que su planteamiento es "errático" al no producirse las inversiones previstas, como la construcción de un Parador Nacional, el desdoblamiento de la N-I y la aplicación del Plan Reindus.

Respecto a la posibilidad de revocar la decisión del cierre, ha explicado que, de ganar el PP las elecciones de 2012, la situación de Garoña se revisará junto al Consejo de Seguridad Nuclear para valorar la viabilidad de una prórroga.