Bruselas pide una drástica reforma de la pesca basada en datos científicos para proteger los recursos

Apuesta por "reducir la dependencia" del sector respecto a los subsidios y crear un mercado de derechos de pesca

La comisaria de Pesca, María Damanaki, ha planteado hoy cambios drásticos en la reforma de la política pesquera común (PCP) más allá de 2013, como, por ejemplo, basar en datos científicos y no tanto en la negociación política el reparto de cuotas de pesca entre la flota comunitaria, con el objetivo de proteger unos recursos cada vez más explotados.

También apuesta por crear un "mercado de derechos de pesca" para que los pescadores de un mismo Estado miembro puedan comercializar entre sí con las cuotas que le son asignadas, con ello se quiere dar un "sentido económico" a la buena gestión de los recursos, porque el valor de estos derechos lo fijará el mercado, según ha explicado la comisaria en rueda de prensa.

La propuesta de Damanaki sugiere la necesidad de establecer ciertas "salvaguardas" para que este nuevo sistema de cuotas transferibles (o 'concesiones') no sea discriminatorio ni favorezca que pescadores de un determinado país puedan esquivar la norma y comprar los derechos de otros países. Los gobiernos nacionales tendrán "flexibilidad" para decidir sobre estas salvaguardas.

Se trata de una iniciativa que despierta "reservas" entre algunas organizaciones ecologistas que temen una "privatización de los mares" y de algunos países que ven el riesgo de que otras flotas comunitarias se hagan con sus derechos.

Además, sería una forma de ofrecer ayudas a los pescadores en un momento en el que Bruselas también quiere acabar con la "dependencia de los subsidios" que a su juicio tiene el sector.

La comisaria cree probado que las ayudas a la reconversión de la flota "no han funcionado" para combatir la sobrecapacidad y considera que no hay fondos para seguir destinando a este objetivo. "No puede haber dinero para aumentar la capacidad de los buques", ha replicado en la rueda de prensa al ser preguntada por si prevé retirar las ayudas a la reconversión.

En la presentación de su propuesta, la comisaria ha sido tajante y ha advertido de que si no se llevan a cabo cambios "estructurales" sobre las prácticas actuales, entonces "iremos perdiendo una población tras otra". "Hay que acabar con este círculo vicioso", ha insistido, antes de anunciar un proyecto basado en tres pilares: "sostenibilidad, eficiencia y coherencia". También ha anunciado un peso "fundamental" para el desarrollo de la acuicultura.

La responsable comunitaria de Pesca ha recalcado que la política actual no funciona porque "no obra a favor de la sostenibilidad", tampoco funciona para el mercado comunitario, que tiene que importar dos tercios del pescado que consume y "muchos pescadores dependen de las subvenciones".

Además, ha rechazado que los cambios que defiende sean una amenaza para el sector y ha asegurado que "ya se pierden muchos puestos de trabajo" con la política pesquera actual. Bruselas tiene "preocupación" por el desempleo pero afirma que habrá "apoyos, compensaciones" para, por ejemplo, los pescadores que realicen buenas prácticas.

Cuotas en función de la opinión científica

Damanaki propuso recientemente recortar en al menos un 25 por ciento en 2012 las capturas de los recursos para los que no se dispusiera de suficientes datos científicos para establecer el estado de la población, una idea a la que se oponen la mayoría de los Estados miembros por considerarla "exagerada".

Pero la comisaria defiende esta posibilidad porque ve "urgente" reducir la sobrepesca que impide en la actualidad la reproducción sin riesgo de muchos recursos y lamenta la falta de esfuerzos por parte de algunos Estados miembros para obtener datos científicos de calidad y fiables. Según datos de Bruselas, el 82 por ciento de las poblaciones mediterráneas y el 63 por ciento de las atlánticas están sobreexplotadas.

La cifra del 25 por ciento no aparece en la propuesta que este miércoles presenta la comisaria, pero sí conserva el "espíritu" de la iniciativa para defender planes multianuales para cada pesquería basados en la opinión científica y que apliquen el principio de precaución, según han explicado fuentes comunitarias.

En la actualidad existen planes plurianuales para poblaciones específicas y Bruselas quiere redirigirlos para que cada plan cubra una pesquería con la idea de hacer una gestión más eficaz y favorecer la consecución del objetivo de una pesca sostenible en el horizonte de 2015.

Además de una gestión de los recursos que se apoye en un "enfoque ecosistémico" y a la creación de planes específicos, la comisaria quiere impulsar un tercer eje en la reforma para "regionalizar" la política pesquera comunitaria. Así, se podrían pensar "soluciones locales" que se adapten a las especificidades de cada región, siempre partiendo de "los mismos principios" de una pesca sostenible, matizan las fuentes.

Entre las principales medidas que Damanaki ve necesarias para lograr estos objetivos figura el fin de los descartes, esto es, de la pesca no deseada que es devuelta al mar, y que en la actualidad representa en torno al 23 por ciento de las capturas.

La comisaria ha criticado en numerosas ocasiones una práctica que considera "inmoral" y en su propuesta plantea un veto progresivo que empezaría a aplicarse a algunas especies como la anchoa, el atún rojo o el jurel a partir de 2014 y se extendería a otras en 2015 y 2016. El objetivo es que en 2016 estén prohibidos todos los descartes y que los pescadores estén obligados a desembarcar toda la pesca comercial capturada.

Por otro lado, Damanaki ve en la revisión de la PCP una oportunidad para redefinir las relaciones con países terceros como Marruecos y Guinea Bissau y fijar nuevas prioridades en los acuerdos bilaterales que se establecen con ellos. El objetivo es que los nuevos acuerdos que se negocien se cimenten en tres pilares: la buena gobernanza, una pesca sostenible y el respeto de los Derechos Humanos.

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