El agresor de la joven asesinada a puñaladas este martes en su domicilio de Jaén ha sido identificado como un varón de 34 años de edad con antecedentes policiales por robo y que resultó muerto cuando intentaba darse a la fuga saltando al vacío por una de las ventanas del piso situado en la cuarta planta del bloque de viviendas número 10 de la calle Sagrada Familia de la capital jiennense, llevando consigo ropa ensangrentada de la víctima y el arma homicida.

Según han informado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional, la joven de 22 años que ha resultado muerta no tenía relación alguna con el agresor y había llegado a la capital jiennense "hace un mes" para trabajar en el supermercado de una cadena alimentaria próximo a la Avenida de Andalucía.

Las mismas fuentes han precisado que el hombre se dio a la fuga saltando al vacío por una de las ventanas del piso situado en la cuarta planta del edificio con el resultado de muerte, llevando consigo ropa ensangrentada de la víctima y el arma homicida, cuando los agentes del Cuerpo acudieron al domicilio donde se produjo el suceso tras la llamada de alerta de uno de los vecinos de la víctima, que se encontraba sola en su piso en el momento del crimen.

Seis puñaladas en la espalda y una pierna

Asimismo, la Policía ha detallado que la víctima mortal recibió cinco puñaladas en la espalda y una más en la pierna, afectando, al parecer, a la vena femoral. Así, las mencionadas fuentes han aseverado que, teniendo en cuenta los primeros datos de la investigación, la joven "debió sufrir muchísimo", puesto que la forma en que se produjo su muerte fue "cruel y brutal".

De otro lado, y atendiendo al móvil del crimen, la Policía ha explicado que está tratando de esclarecer "por qué motivo entró ahí y la eligió a ella". Por su parte, fuentes vecinales aledañas a la vivienda de la víctima mortal han expresado a Europa Press que "no habían visto nunca antes" al varón que se arrojó al vacío por la ventana con ropa y el arma homicida que delataba su actuación.

De esta manera, los mismos vecinos han explicado que la víctima, "muy buena persona y atenta" había convivido con su pareja, con la que acumulaba "aproximadamente un año de relación" y con la que se había dado "un tiempo", en el piso hasta hacía unos días, tal y como les había transmitido la mujer ahora muerta.

Al respecto, los vecinos han aseverado que escuchaban "continuas discusiones" entre ambos componentes de la pareja. Al hilo, han indicado que supieron que el varón que vivía con la víctima en el bloque de viviendas había abandonado el domicilio porque "dejamos de escuchar al perrillo que vivía con ellos" y la joven les explicó que no lo escuchaban "porque no está y tampoco el dueño".

Hay que recordar que las primeras hipótesis de la investigación de la Policía apuntaron a una muerte por violencia de género, algo que el Cuerpo descartó "categóricamente" poco después cuando supo que el homicida y fallecido no era su pareja, es más, carecía de relación con la joven muerta y contaba con antecedentes policiales, siendo un "delincuente viejo conocido de la Policía".