El secretario xeral de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, ha reclamado ayudas a las administraciones central y autonómica para paliar los efectos de uno de los periodos "más secos" que experimenta Galicia en los últimos 50 años y que obliga a los ganaderos de la Comunidad Autónoma a adquirir forraje foráneo, con el sobrecoste que ello implica.

En concreto, García ha cifrado en 6.900 y 4.700 euros el desembolso anual de cada titular de una explotación láctea y cárnica, respectivamente, para "corregir el déficit" de forraje que provocan "temperaturas excepcionales" que en el pasado abril superaron en 5 grados la media de pasados ejercicios y sobrepasaron en 2 grados la relativa a mayo.

Al calor hay que sumar, según ha incidido, la escasa humedad relativa que ha registrado el territorio gallego y que, cuando se han producido precipitaciones, han tenido un carácter brusco que ha provocado daños en las infraestructuras del medio rural.

La carencia de forraje propio se debe a la caída en un 40% del silo —ya recogido— y a la reducción incluso mayor que se espera para la hierba seca, ha indicado Roberto García.

En cuanto a la cosecha de maíz, pendiente de recolección, el sindicato agrario calcula una pérdida del 35% y solo atisba como dato positivo la posibilidad de que Rusia abra la venta de cereales —porque no precise la totalidad para el consumo humano— con vista a una bajada de los precios en el mercado internacional.

Por contra, el hecho de que se puedan producir movimientos de "especulación" en la compra venta de materias primas se suma, según ha advertido el responsable de la central, a las subidas de los costes de producción que "asumen" los ganaderos en el último año.

Al respecto, ha enumerado incrementos del 28% en el pienso destinado a la producción láctea —1.800 euros más por explotación—, del 42% en el gasóleo —687 euros más por explotación— y del 26% en la electricidad —880 euros más por explotación—.

En total, por tanto, UU.AA. prevé que cada explotación productora de leche tenga que hacer frente a un aumento anual de los costes de más de 10.000 euros: unos 1.800 euros se corresponden con la subida de los piensos, 687 a la de la gasolina, 588 a la de la electricidad y 6.930 a la compra de maíz y hierba.

Por su parte, el incremento de los costes en las explotaciones cárnicas será, según sus cifras, de 7.097 euros: 1.120 euros a causa de los piensos, 687 por la gasolina, 588 de electricidad y 4.702 para hacerse con maíz y hierba de otros lugares.

Para el conjunto del sector, las consecuencias del mayor coste de producción se elevan hasta los 23 millones —en el lácteo— y entorno a los 17 millones —en el de la carne—.

Dos opciones

Ante este panorama, Roberto García ha advertido que existen "dos decisiones" entre las que ambos gobiernos —central y autonómico— deben "optar", a su juicio, de manera "imprescindible", porque los ganaderos "ya no pueden asumir más" —puesto que no existe "margen"— el aumento de los costes.

La primera de ellas consiste en la entrega de subvenciones directas a los ganaderos, para lo que se ha referido a las ayudas de 'minimis' comunitarias, que pueden alcanzar los 15.000 euros por explotación. También en este apartado, García se ha referido a la concesión de nuevas moratorias para los créditos en marcha y la habilitación de una línea de avales para la materialización de nuevas operaciones.

En su opinión, "tendría toda la lógica" que el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) fuese "la herramienta" que permitiese la concesión de créditos, mientras que en la adjudicación de subsidios deberían estar involucradas ambas administraciones, puesto que las ayudas comunitarias son "cofinanciadas".

Una segunda vía para apoyar a ganaderos en la actualidad "estrangulados" consiste en "repercutir" los sobrecostes de la producción en el precio que los ganaderos cobran por sus productos al consumidor.

Para ello, y al igual que ocurre en Francia, UU.AA. propone la convocatoria de un observatorio que de forma semanal publique las subidas de precios, de modo que "se impida que haya tiburones que aprovechen la situación para trasladar unos sobrecostes excesivos a la cesta de la compra".

"envidia sana"

No obstante, Roberto García ha considerado que "podría ser" una fórmula "mixta" lo que estableciesen los gobiernos. Todo ello, para evitar el cierre de una media de 3.000 explotaciones al año, que, tal y como ha lamentado el sindicalista, "no es noticia" pero representa un "volumen bastante más importante que cualquier Citröen, cualquier naval".

"Es envidia sana lo que tengo", ha apostillado García, sobre su alusión a los problemas de la automoción y de los astilleros, que, como ha señalado, generan movilización social y son objeto de apoyo gubernamental.

Denuncia a la cnc

Relacionado con esto, y sobre la denuncia que el sindicato interpuso contra el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), Luis Berenguer, por una actitud "colaboracionista" con distribución e industria y "persecutoria" hacia los ganaderos, el secretario xeral ha indicado que su "recorrido judicial" lo decidirán el Fiscal y los tribunales.

Pero, lo que "interesa" a UU.AA., ha incidido, es "el recorrido político" de la medida. Este organismo, "nombrado a dedo por el Ministerio de Economía y Hacienda, no es inocente", ha alertado, y, ante la elección de un nuevo responsable en septiembre, Roberto García ha avisado que el Ejecutivo utiliza la comisión "para controlar el IPC".