Nos cuesta desconectar del trabajo durante las vacaciones

  • El 56% de los españoles asegura en una encuesta de 'muchoviaje.com' que piensa en el trabajo durante su tiempo de asueto estival.
  • Además, son las semanas previas al relax las que nos causan más estrés, debido a las gestiones de las vacaciones y las preocupaciones por los gastos.
Las vacaciones pueden ser estresantes.
Las vacaciones pueden ser estresantes.
EFE
Las vacaciones pueden ser estresantes.

Vamos descontando días en el calendario porque se acercan las vacaciones. Pero son precisamente esas semanas previas al relax las que paradójicamente nos causan más estrés. Lo que debería ser diversión y relajación da paso a un sentimiento de frustración e insatisfacción. La fatiga acumulada, el nerviosismo y las ansias por escapar de la rutina laboral influyen bastante, pero no son los únicos motivos.

Planificar unas vacaciones felices a la sombra de una palmera no parece una tarea simple. Las razones que alegan la mayoría de los españoles para ponerse nerviosos tienen que ver con la acumulación de trabajo que supone compaginar el desempeño diario de sus obligaciones laborales con las gestiones de las vacaciones y la preocupación por los gastos. Así lo asegura el 55% de los encuestados del II Estudio sobre hábitos de viaje de los españoles, de la agencia muchoviaje.com.

Alejarse de la rutina

La rutina (44%) y el cansancio (41%) continúan siendo las principales motivaciones para irnos de vacaciones, dejando muy atrás otras como la salud (5%) o la motivación laboral (5%). Cuestionados además por la mejor manera de combatir el estrés laboral, la respuesta es clara: el 60% admite que irse de viaje es la mejor opción por encima de otras como las escapadas urbanas o rurales (28%), el ocio en su ciudad (6%) o las salidas nocturnas (3%).

Pese a las ganas de que las vacaciones de verano sirvan para recargar las pilas, más de la mitad de los españoles (56%) asegura que piensa en el trabajo durante su tiempo de asueto estival, dos puntos porcentuales más que la cifra registrada el año pasado por el informe anterior.

Los médicos explican que aquellas personas que estén sometidas a presión en el trabajo deben "aprender a manejar sus emociones y a evitar, en lo posible, escenarios de tensión, con hábitos saludables que incluyan una dieta equilibrada, práctica de ejercicio regular y, cómo no, vacaciones".

Para disfrutar al máximo

No se deben idealizar ni programar al detalle las vacaciones. Es uno de los riesgos que nos acechan tras todo un año de trabajo o estudio. Luego, llegamos al destino y estamos impregnados de un sentimiento de decepción y desesperación. Todo se mira con ojo crítico.

Tampoco hay que tomarlas como un antídoto. No se puede esperar eliminar en un mes todo el estrés y las frustraciones que hemos acumulado en un año. No es el mejor estado del espíritu para hacer un viaje. Lo ideal es considerarlo como lo que es: una pausa, un periodo de desconexión en el que regenerar las energías.

Cuando comienzan las vacaciones no se ganan superpoderes.Vivirlas intensamente puede estar bien, pero siempre con moderación. No hay que olvidar que es un periodo de tiempo que tenemos para descansar. Disfrutar del dolce far niente nunca viene mal.

Una escapada cada poco tiempo

Para poder rendir al máximo y no sucumbir a la presión, un estudio británico (Effects of Vacation From Work on Health and Wellbeing: Lots of Fun, Quickly Gone) señala que, como el efecto de las vacaciones se evapora enseguida, lo mejor es hacer un break (corte, ruptura) cada dos meses.

Mientras, aprovechar el fin de semana al máximo. Además, como el estrés debilita el sistema inmunológico, en este informe los expertos recomiendan a los empresarios dar algún día más de vacaciones.

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