La Feria de Día contará con 61 casetas repartidas por diez zonas de la ciudad

Se respetarán los mismos horarios, lugares y precios que el año pasado y se medirán los ruidos para no molestar a los vecinos
Carmen Ruiz Y Emérito Astuy Durante La Presentación De La Feria
Carmen Ruiz Y Emérito Astuy Durante La Presentación De La Feria
EUROPA PRESS
Carmen Ruiz Y Emérito Astuy Durante La Presentación De La Feria

La Feria de Día, que forma parte de las actividades de la Semana Grande de Santander, contará con el mismo número de casetas que el año pasado, 61, repartidas por todo el eje principal de la ciudad, en un total de diez zonas.

Así lo ha explicado en rueda de prensa la concejala de Dinamización Social, Carmen Ruiz, junto con el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria, Emérito Astuy.

El evento, que tendrá lugar del 22 al 31 de julio, es el cuarto año que se desarrolla en Santander y, según la concejala, "marca el inicio de una programación especial, que hace que los santanderinos salgan a la calle".

Así, esta "actividad inusual", según Ruiz, "no hubiese sido posible sin los santanderinos", los cuales "nunca han disfrutado tanto". El programa de actividades, con actuaciones en las calles, conciertos, exposiciones, etcétera, ha conseguido "el resurgir" de la Semana Grande" y que las fiestas "sean el evento más esperado del año", ha agregado.

Diez zonas

Las zonas de colocación de las casetas serán las mismas que el año pasado, diez en total. Así, habrá tres en la Alameda de Oviedo I, ocho en la Alameda de Oviedo II, cuatro en la Plaza de Juan Carlos I, seis en la Plaza del Ayuntamiento, seis en la Plaza de Alfonso XIII, cuatro en los Jardines de Pereda, nueve en la Plaza de Pombo, cuatro en la Plaza del Cuadro, seis en la Plaza de Puerto Chico y once en el Parque de Mesones.

Las 61 casetas comenzarán su actividad el viernes 22 de julio, desde la 1 del mediodía hasta la 1 de la madrugada. Los días 25, 26, 28 y 31, estarán abiertas de 12 del mediodía a 00.30. Y, los días 23, 24, 27, 29 y 30, de 12 del mediodía a 1 de la madrugada.

Así, esta nueva edición de la feria mantiene las mismas zonas, horarios y precios del año pasado, costando cada pincho y bebida 2.50 euros.

La concejala ha recordado que el año pasado se creó una Comisión de seguimiento de la feria, de la que forma parte junto con el presidente y el gerente de la Asociación de Hostelería, y dos funcionarios de la Concejalía.

El objetivo, ha recordado Ruiz, es "velar por la calidad de los productos", la gestión de los residuos, el ruido y el cumplimiento de los horarios, entre otras cosas, "para que esta feria se distinga por su calidad".

Así, es "importante" que se respeten los horarios, así como "que no se superen los 45 decibelios establecidos". Se medirán con un delimitador electrónico, "para no causar molestias a los vecinos". La comisión también velará por la graduación de las bebidas alcohólicas, que no superarán los 18 grados.

Elemento "dinamizador" del sector

Por su parte, el presidente de la Asociación de Hostelería ha asegurado que la organización de la feria "sigue siendo un gran reto", a pesar de tener ya experiencia después de cuatro años.

Astuy también ha señalado que están "satisfechos de las ediciones anteriores", y que "llaman desde otras ciudades de España para saber qué modelo de organización" tienen. Y es que, han creado un "recurso turístico nuevo" que "ha transformado las fiestas", con "gran cantidad de gente" y "buen ambiente".

Según el presidente, el objetivo de la feria es diferenciarse del resto y, para ello, "hay que seguir trabajando en la calidad de los pinchos", el servicio, la seguridad, etcétera.

Además, ha señalado que "ahora muchas empresas quieren ser patrocinadoras", frente a las "dificultades" para encontrarlos que tuvieron durante la organización del primer año. Y es que, según Astuy, "es un escaparate magnífico para dar a conocer las empresas".

El evento, ha aclarado, es "dinamizador para la hostelería en general" y para "otros sectores", ya que "trae a mucha gente a Santander" y "hay trabajo para todos". Así, Astuy ha recordado que el año pasado se vendieron más de un millón de pinchos y se generó "una cantidad importante" de puestos de trabajo: 600 directos y otros indirectos.

"obras de arte"

El empresario ha señalado que hay "muchas novedades" en los pinchos de este año, con elementos "sorprendentes" que configuran "verdaderas obras de arte", todas ellas "muy apetecibles".

Además, ha aclarado que es obligatorio para los hosteleros ofrecer un pincho de feria desde que abra la caseta hasta que cierre, después de la polémica surgida el pasado año porque varias de ellas se quedaban sin pinchos.

Astuy también ha explicado que el hostelero busca pinchos "sencillos de servir", pero al mismo tiempo, que sean "atractivos" y de "calidad", puesto que no sólo interesa venderlos, sino "también dar a conocer su establecimiento para conseguir clientes para el resto del año".

Así, ha indicado que para esta edición han recibido 127 peticiones de hosteleros para participar en las casetas, y que hay ocho nuevas, lo que supone que el 43 por ciento no ha participado el primer año. "Es un evento en el que quiere participar todo el mundo", ha señalado Astuy, "pero no se puede inundar la ciudad de casetas".

El presidente de la Asociación ha recordado que el próximo 18 de julio a las 21 horas habrá una fiesta de presentación en el Hotel Escuela Las Carolinas, donde "todos los caseteros llevarán sus pinchos para darlos a conocer".

Astuy ha señalado que los diez días de la Semana Grande se han convertido en "temporada altísima", consiguiendo adelantarla de agosto a finales de julio, una "consecuencia positiva" de la feria.

Por otro lado, a preguntas de los periodistas sobre la normativa de las terrazas, el presidente de la Asociación ha señalado que se "están dando las que se solicitan", puesto que se han convertido en "verdadera necesidad" para los hosteleros, "para dar un alternativa a los clientes fumadores".

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