En esta época del año donde las temperaturas marcan la vida cotidiana de la capital hispalense, el abanico resucita como el complemento más demandado por turistas y sevillanos para sofocar el calor, convirtiéndose así en el "artículo estrella".

Los hay de diferentes tamaños, formas y colores, bien para hombres o para mujeres, siempre en función del uso que cada uno quiera darle a este sencillo y práctico instrumento. Así lo ha explicado, en declaraciones a Europa Press Televisión, el responsable de un establecimiento sevillano especializado en la elaboración de estos artículos, Miguel Alonso, quien ha señalado que existen abanicos de "palo santo, palo rosa, abedul e, incluso, asta de toro".

Todos son diferentes, al igual que los tipos de madera con los que se hacen que permiten mayor o menor flexibilidad, por lo que "echará más o menos aire". Durante la época estival, el más aconsejado es el de "tamaño normal, que no esté calado y que tenga el pay —el trozo de tela junto a la varilla— ancho para que arrastre más aire".

Asimismo, ha indicado que los abanicos "tradicionales, los que utilizan las mujeres" pueden ser lisos o calados, y los hay "más pequeños y manejables", los denominados "mini", para llevarlos en el bolso. "Hay veces que las señoras prefieren los abanicos con varillas caladas, pero en estos penetra el aire por los huecos y no echa tanto aire", ha manifestado.

Pero el mundo del abanico es muy amplio y los gustos muy variados. Los hay de tul, que es el que demanda mucho el turista italiano, sobre todo "en rojo o negro"; o los denominados "baraja", cuyas varillas son "todas" de madera. Estos últimos son más anchos y pesan más, por lo que normalmente se utiliza para decoración. Al igual que los de nácar, que son de coleccionista y sólo se utilizan para "determinadas fechas" porque suelen pesar mucho y son muy pequeños.

Para mujeres y hombres

A simple vista, este artículo triunfa más entre las mujeres, pero lo cierto es que cada vez son más los hombres que buscan en el abanico un aliado capaz de agitar un poco de aire fresco.

En este sentido, Alonso ha afirmado que aunque el hombre "es más reacio a utilizar abanico", a diferencia de lo que ocurría "antiguamente" cuando "lo utilizaban más", cuando optan por refrescarse con este artículo suelen escoger "colores oscuros como el azul, burdeos o negro". "Normalmente liso y de tamaño mini", ha asegurado.

En cuanto a los colores, este especialista en abanicos ha reconocido que las mujeres se dejan llevar más por las tendencia y escogen los colores "según la temporada". Así, "para diario" prefieren un colorido "más llamativo y vivo", por lo que ha destacado los tonos naranjas, azules, celestes, rojos, pistachos o morados.

Sin embargo, ha afirmado que el cliente extranjero procedente de Alemania opta por un abanico "más clásico" con colores como el avellana, burdeos, nogal o verde botella.

Según la sofisticación de su diseño y la calidad de los materiales, algunos abanicos pueden alcanzar un precio superior a los 500 euros. De hecho, los precios oscilan entre los cinco y los ocho euros y otros pueden alcanzar los 700 y los 800 euros, en función del uso que se le quiera dar. No obstante, ha explicado que existen otros abanicos "más caros" elaborados con otro tipo de materiales.

En cuanto a las ventas, ha asegurado que durante la pasada Semana Santa y la Feria de Abril "han sido cortitas", si bien han notado un repunte y esperan "un buen verano". "Hoy en día y en esta época es el artículo estrella, aunque durante todo el año también se mueve el abanico, sobre todo para el turismo extranjero", ha concluido.