El número de alumnos de procedencia extranjera que estudian español en Málaga ha aumentado un 12,2 por ciento durante 2010, llegando a los 2.295 matriculados, según se desprende del último boletín económico editado por la Fundación Ciedes y elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, del grupo Unicaja, el cual hace referencia al pasado ejercicio.

El informe destaca el incremento "relativo" entre los alumnos procedentes de Noruega, Austria, Países Bajos y Reino Unido. Sin embargo, es nuevamente la alemana la nacionalidad más representativa, con más de la cuarta parte del total de alumnos que estudian español en Málaga.

En cuanto a los participantes en los programas educativos ofrecidos en la ciudad malagueña, el número se ha reducido durante el pasado ejercicio un 10,4 por ciento con respecto a 2009, registrándose un total de 87.686 asistentes. Los programas de música y teatro, así como los destinados a escolares son los que representan un mayor peso, pues entre los tres suponen el 78 por ciento del total.

Por otra parte, y al contrario que años anteriores, en el curso 2009-2010 se ha incrementado, en comparación con el anterior, en un 6,5 por ciento el número de alumnos matriculados en la Universidad de Málaga (UMA), alcanzando los 34.159 alumnos, según datos del Ministerio de Educación que recoge el informe.

De este modo, la institución académica de Málaga pasa a ocupar el puesto número ocho entre las universidades públicas españolas con mayor número de alumnos matriculados, superada, en orden de posición, por la Complutense de Madrid, Sevilla, Granada, Barcelona, Valencia, País Vasco y la Politécnica de Madrid.

En cuanto a la edad de los alumnos, se observa una mayor representatividad de estudiantes con más de 30 años que en el curso anterior, lo que puede deberse al efecto desánimo en la búsqueda de empleo y a que muchos estudiantes prolonguen su formación cursando otras titulaciones.

Tal y como se especifica en el informe, la educación es un "pilar fundamental" para el desarrollo de cualquier sociedad, y su planificación y evaluación incidirá en la configuración del avance de la economía a largo plazo.

Así, han apuntado que, en un situación como la actual, la definición de un sistema educativo competitivo se entiende como "imprescindible" para conseguir un incremento de los niveles de riqueza y bienestar en el futuro.