La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a seis meses de trabajos comunitarios por un delito de violencia de género a J.M.P.F., que persiguió y amenazó a su compañera sentimental blandiendo una catana.

Los hechos, según relata la sentencia, sucedieron en julio de 2010 en el domicilio familiar, cuando el hombre inició una discusión con su compañera sentimental, por celos.

Ella abandonó el edificio y entonces él la persiguió por la calle esgrimiendo una catana en la mano. La policía lo interceptó antes de que llegara a dar alcance a la mujer.

El condenado aseguraba que el objeto amenazante no se apreciaba con claridad, que nadie vio ni oyó ningún tipo de amenazas y que no existía denuncia por parte de la víctima, quien manifestó que no deseaba romper la relación con su agresor.

Durante el juicio, la mujer se acogió a su derecho a no declarar contra su compañero sentimental.

Pese a la falta de su testimonio, la Audiencia le condena apoyándose en los relatos de un testigo, que aseguró haber visto a una chica llorando, mientras la seguía un hombre con un cuchillo; así como en el de un Policía Nacional que interceptó al acusado con una catana en la mano diciendo que su novia se había acostado con otra persona.

La Audiencia ha considerado irrelevante que la víctima no denunciase los hechos ni desease romper la relación, ya que existieron pruebas suficientes para fundamentar la condena.

Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander le condenó a seis meses de prisión. Tras un recurso del acusado, la Audiencia sustituye esta pena por seis meses de trabajos en beneficio de la comunidad.