El jefe de bomberos apunta como causa más probable del derrumbe del hotel Son Moll un colapso de la pared central

Considera "improbable" que se derrumbara tras un colapso progresivo de los forjados, dado que se hubieran mantenido las paredes de carga
Imagen Del Juicio Por El Derrumbe Del Hotel Son Moll
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EUROPA PRESS
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El jefe de bomberos Santiago Rovira, que estuvo al mando tras el derrumbe parcial del hotel Son Moll, de Cala Ratjada, que costó la vida de cuatro operarios, ha apuntado como causa más probable de este suceso un colapso de la pared central de carga, situada en la calle Tritón, de forma que ha considerado "improbable" que el edificio se viniera abajo tras un colapso progresivo de los forjados, que pueden acabar "arrastrando a una pared de mampostería con materiales muy heterogéneos".

Durante su declaración en calidad de testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma, Rovira ha indicado que el derrumbe del hotel Son Moll no se puede asemejar a los primeros hundimientos de edificios que se produjeron por aluminosis, cuando la parte superior caía y arrastraba a las demás, ya que en estos casos, se mantenían los muros de carga.

Por otro lado, ha señalado que la parte norte del edificio que se desplomó "había rebasado el modelo de estabilidad, por lo que no se podía garantizar su movimiento transversal". Asimismo, ha aseverado que no puede afirmar si había o no agua embalsada en la cubierta, al tiempo que ha indicado que el hotel se estaba construyendo con materiales "heterogéneos", lo que, a su juicio, provoca que el edificio sea "más vulnerable" respecto a si se hubiesen utilizado elementos homogéneos.

No obstante, ha recordado que hasta el momento del derrumbe, el hotel Son Moll "había soportado todas las acciones de viento y agua y no había por qué sospechar de que estuviera en una situación en la que se hubiesen rebasado los límites de estabilidad".

Asimismo, Rovira ha revelado que cuando llegó al lugar de los hechos, comprobó que la parte no colapsada estaba apuntalada, mientras que no observó si había algún puntal en la zona colapsada.

Un cuerpo de bomberos "más bien modesto"

Así, ha revelado que cuando llegaron los bomberos, hicieron algún esfuerzo puntual con "material de fortuna y un poco ortodoxo" para llevar a cabo algún apuntalamiento complementario, que evitara que más partes del edificio se pudieran venir abajo cayendo sobre los efectivos que estaban buscando a las víctimas.

En este sentido, ha reconocido que el servicio de Bomberos de Mallorca es "más bien modesto desde el punto de vista tecnológico", de forma que ha dicho que cuando llegó al lugar del accidente, no tenía medios para afrontar un derrumbe de estas características, de forma que optó por una "vigilancia permanente" de su equipo en el momento en el que éste se encontraba cortando las piezas inestables del edificio, de cara a evitar que corriera "riesgos innecesarios".

Por otra parte, ha recalcado que los bomberos no abandonaron las labores de desescombro hasta que no llegaron a la cota más baja y comprobaron que ya no había más víctimas.

De esta manera, Rovira ha resaltado que los bomberos hicieron un trabajo "correcto", teniendo en cuenta que su previsión era pasar toda la noche retirando escombros, con un relevo de equipos y procurando focos y avituallamiento, algo que finalmente se evitó tras hallar a la cuarta y última víctima mortal sobre las 16.00 horas del día del siniestro, el 16 de diciembre de 2008.

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