007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...

Austria inaugura la exposición más ambiciosa sobre 007 en plena montaña. Prepara la ropa de abrigo (y la billetera).
007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...
007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...
007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...

Desde hace un cuarto de siglo se han podido ver exposiciones sobre la figura de James Bond alrededor del globo terráqueo, con Londres como obvia sede central. La franquicia de MGM es una de las más populares (y rentables) de la historia y la llegada de Daniel Craig a la saga la ha reiniciado de un modo que pocos podían prever. Seguramente por eso, la próxima aventura de Bond en su tramo museístico va a ser la más ambiciosa que jamás se haya planteado.

007 Elements acaba de inaugurar a lo grande bajo la batuta de Neal Callow, el director de arte de Casino Royale, Quantum of Solace, Skyfall y Spectre. Es decir, el hombre clave en el nuevo look de la franquicia se ha encargado de los detalles y se puede decir sin temor a equivocarse (las imágenes hablan por sí mismas) que no han reparado en gastos.

007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...

En primer lugar, el impresionante emplazamiento: las montañas de Gaislachkogl en Sölden (Austria), a 3050 metros de altura. Desde la cima pueden verse los valles del Tirol y el acceso solo es posible vía funicular o con un vehículo previamente autorizado. El refugio de esta exposición ha sido construido en el interior de la montaña por Obermoser Architects: el arquitecto Johann Obermoser y su equipo con base en Austria, famoso en el país por su capacidad para integrar sus obras en parajes naturales de un modo casi orgánico.

Parece que la génesis del proyecto no fue otra que el rodaje de Spectre en aquellos parajes. El dueño del Ice Q, el restaurante (también obra de Obermoser) donde se ubicó una de las escenas centrales de la película, ofreció todas las facilidades a los muchachos de Eon (productora de la película) siempre que al finalizar el proceso le dieran la oportunidad de hacer una exposición sobre la saga. Dicho y hecho, después de las cinco semanas de rodaje en el lugar, Eon firmó un contrato con Hoffler Klinik, capo del local y allí mismo se sentaron las bases del proyecto.

007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...

El edificio, de dos niveles y con forma alada (una gran V), ocupa unos 1300 metros cuadrados y, aunque centrado en Spectre por los motivos antes mencionados, ofrece un vistazo a muchos de los filmes que han cimentado la leyenda de James Bond. Todo ellos con la ayuda de casi un año de trabajo, 2700 metros cúbicos de cemento y un equipo de más de cien personas. Los visitantes acceden a la exposición a través de un túnel subterráneo y al llegar al hall pueden ver un mensaje en video de Sam Mendes dándoles la bienvenida. A Mendes le da el relevo Naomie Harris (la actriz que interpreta a Moneypenny) que presenta una experiencia en un entorno 360º que repasa la franquicia desde los tiempos de Sean Connery, pasando por Roger Moore o Pierce Brosnan.

Música, gadgets, localizaciones… hasta una docena de galerías que analizan todos los aspectos de la saga Bond. Desde un análisis hecho a modo de moderna radiografía sobre el Jaguar de Craig, relevo del mítico Aston Martin, hasta la posibilidad de crearse un perfil completo de agente secreto con licencia para matar.

007 Elements: Si James Bond no va a la montaña...

Lo mejor –probablemente y más allá de la propia estructura que acoge la exposición– es la sala donde pueden verse en orden cronológico algunos de los mejores gadgets que el espía más famoso del mundo ha llevado en 26 películas a lo largo de 56 años, que se dice pronto.

La mala noticia, dejando de lado el hecho de que uno tenga que viajar a Austria para ver la exposición (en principio no está contemplada que sea itinerante, dado que todo se ha adaptado al edificio en cuestión, con una inversión elevadísima que debe amortizarse), es que la entrada cuesta 54 euros. Así pues, habrá que ir ahorrando. Una última cosa: los promotores del evento insisten en que los/las visitantes lleven ropa de abrigo, sea cual sea la época del año en la que visiten la montaña. Quede dicho.

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