El secretario de Organización del PSE-EE, Alfonso Gil, ha mostrado a los escoltas el "apoyo y solidaridad" de los socialistas y se ha comprometido a trasladar al Gobierno vasco de Patxi López sus "inquietudes", según ha informado en un comunicado la Asociación de Escoltas en Activo del País Vasco.

Representantes de la Asociación de Escoltas en Activo del País Vasco se reunieron este pasado jueves con Alfonso Gil, quien les explicó que la reducción de protección que se está llevando a cabo en el País Vasco atiende a cuestiones "técnicas y valoración de riesgos".

Por su parte, los escoltas le manifestaron que esta retirada de protección les parece "precipitada, sobre todo teniendo en cuenta que el terrorismo de persecución sigue amedrentando a miles de ciudadanos vascos".

Los escoltas vascos también trataron con Gil los problemas derivados de su futuro laboral. Santiago García, representante del colectivo, afirmó que "los escoltas vamos a tener muy difícil acceder al mercado laboral en el País Vasco, atendiendo a que nuestras labores de protección se han desarrollado siempre a 'cara descubierta' y somos personas perfectamente reconocidas y reconocibles por el entorno radical".

En ese sentido, los escoltas reiteraron sus propuestas para canalizar la salida laboral de estos profesionales, que pasan por "la internacionalización de los trabajos de escolta, generalizar la protección a víctimas de violencia de género en toda España o asumir labores de protección que podrían realizar escoltas privados para descargar así al Estado de un coste excesivo". Gil, según la asociación, se comprometió con los escoltas vascos a trasladar todos estos extremos al Ejecutivo de Patxi López. PRESENTACIÓN

Los representantes de los escoltas anunciaron también la celebración de un acto de presentación pública de la asociación para el próximo 23 de julio, con lo que pretenden unificar los criterios del colectivo de escoltas, más de 2.500 profesionales.

Por otro lado, los escoltas se reunirán finalmente con el PNV el próximo miércoles en Sabin Etxea de Bilbao, después de que la reunión con los nacionalistas, prevista para el miércoles pasado, se retrasara por problemas de agenda.