El incendio de Artà continua controlado tras quemar 350 hectáreas de masa forestal hectáreas de masa forestal y agrícola, auque no se podrá dar por extinguido hasta mañana, según las previsiones realizadas por los técnicos contra incendios que trabajan en la zona afectada por las llamas.

Según ha explicado a Europa Press fuentes de los Bomberos de Mallorca, aunque la situación está bajo control, todavía les quedan por delante varias horas de trabajo a los efectivos antiincendios. Si las condiciones meteorológicas no cambian y no se producen contratiempos, mañana se dará por extinguido el fuego que se declaró el pasado miércoles a las 15:40 horas.

De momento permanece en la zona los mismos efectivos terrestres y aéreas que ayer. En concreto, están actuando un total de seis aviones y tres helicópteros, además de 80 efectivos de las brigadas del Ibanat, Bomberos de Mallorca y Protección Civil. Los Bomberos de Palma ya han abandonado al zona.

El objetivo se centra en mantener la situación favorable conseguida ayer y poder lograr la situación de estabilidad del perímetro.

Cabe recordar que el incendio se declaró cuando el fuerte viento que se registró en el norte de Mallorca dificultó durante toda la noche los esfuerzos por controlarlo. Así, las llamas se extendieron rápidamente hacia la Colonia de San Pere y Can Picafort. El incendio obligó a movilizar tres helicópteros, tres aviones de carga en tierra, dos aviones anfibios y dos aviones de coordinación.

Así, la situación se agravó esa noche cuando el fuego atravesó la carretera de Can Picafort. Para evitar la propagación de las llamas, más de un centenar de personas han trabajado sin descanso para controlar el fuego. Bomberos, Protección Civil, voluntarios y agentes de la Policía Local y Guardia Civil han participado en el dispositivo.

El incendio de Artà se originó de forma simultánea con otro fuego que afectó a los municipios de Santa Margalida, Muro, Llubí y Maria de Salut y que quedó controlado en la noche del miércoles. Se calcula que este incendio, que obligó a desalojar más de una veintena de viviendas, ha devastado más de 200 hectáreas de zona de cultivo.

Los Bomberos de Mallorca han seguido recorriendo la zona para controlar que el fuego no reavivara. En este sentido, han precisado que todas las inspecciones realizadas hasta ahora han sido satisfactorias y que en ningún momento se ha producido una reactivación de las llamas.

No obstante, han apostillado que la única incidencia destacable que se ha producido es que, debido a las altas temperaturas y al viento, se han generado esporádicamente algunas quemas internas de determinadas áreas ya siniestradas, si bien han recalcado que no se deben confundir estos casos con un reavivamiento del incendio. A pesar de ello, los bomberos siguen mojando la zona con la intención de prevenir cualquier tipo de contingencia.