El pasado 11 de mayo la plataforma Democracia Real Ya convocó una rueda de prensa en el Ateneo de Madrid para difundir una manifestación programada cuatro días después. El propósito era medir el grado de indignación popular con el paisaje político, económico y social que lideraba el país.

Solo tres periodistas asistieron al acto. Sin embargo, el 15 de mayo miles de personas invadieron las calles y decidieron permanecer al raso durante un mes para gritar contra una democracia analógica y un sistema de idiosincracia corrupta.

El éxito fue espontáneo. Sin medios de comunicación mediante. Pero resultado de un exhaustivo trabajo en el backstage de la Red impulsado por un grupo de personas que se habían indignado meses antes de la eclosión del #15M.

El libro Nosotros, los indignados recoge los testimonios de cuatro miembros del movimiento que inspiraron su éxito desde las redes sociales.

La 'semilla del diablo' se instaló en la cabeza de Klaudia Álvarez (Barcelona, 1976) después de abrir una cuenta en Twitter y ahora coordina el equipo de comunicación de Democracia Real Ya (DRY). Pablo Gallego (Cádiz, 1988) escribía en su blog en febrero de 2011: 'Soy un joven hastiado y sé que no estoy solo'.

Días después se incorporaba al germen de DRY. Fabio Gándara (Santiago, 1984) prendió la mecha de DRY en febrero de 2011 al crear un grupo en Facebook y reenviar el Únete a todos sus contactos.Y Óscar Rivas (Madrid, 1972) fue un indignado más en la Puerta de Sol.

Los cuatro jóvenes proponen un recorrido cronológico de la #spanishrevolution a través de experiencias personales. Los autores insisten en que Nosotros, los indignados no es el Libro Rojo del #15M. Ni un libro de estilo. Ni un manual de acción contra la incompetencia.

"Es un fresco contra elucubraciones absurdas y teorías conspirativas que han intentado devaluar el movimiento", explica Fabio Gándara, portavoz de DRY. "No escribimos como líderes ni portavoces, sino como personas que hemos vivido el nacimiento de este movimiento y hemos disfrutado de una óptica privilegiada".

Esa idea de organización en horizontalidad se ha convertido en una seña de identidad del movimiento y casi en una obsesión en el seno del 15-M. Por eso continúan su cruzada contra quienes reclaman un líder (portavoces sí, adalides no) y rechazan la idea de convertirse en partido político. "Somos apartidistas y asindicales". Les avala el éxito.

El autor del Indignaos, la obra que ha inspirado el 15-M, escribe el prólogo del libro. Hessel apoya de forma "entusiasta" la movilización en España y envía un mensaje: "Es esencial que el 15-M ayude a revitalizar la democracia para impulsar las reformas que exigen los ciudadanos".

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