El empleado de mantenimiento de un camping ubicado en el norte de Burgos ha sido detenido en la comarca de Las Merindades como presunto autor de una estafa de 2.500 a sus clientes.

El detenido, un hombre de 35 años cuya identidad responde a las iniciales H.C.A., trabajaba en el camping en el que se produjo el delito, estafa que asciende a más de 2.500 euros repartidos entre varias víctimas, según han informado fuentes de la Guardia Civil a Europa Press.

Los agentes tuvieron conocimiento unos días antes de la detención de las posibles irregularidades en el alquiler de parcelas en un camping de la zona norte de la provincia, que hospedaba a personas sin ser previamente reseñadas en recepción.

Fuerzas del puesto de Villarcayo comprobaron entonces que un empleado del camping facilitaba la entrada y estancia a una tercera persona, cobrándola un dinero en mano sin ser registrada en el libro, apropiándose luego del dinero derivado del alquiler de un bungalow, con un débito total a la empresa de tres semanas, por lo que fue detenido.

Bajo la sospecha de que el autor pudiera haber incurrido en alguna otra irregularidad, se inició una investigación cuyo resultado ha permitido descubrir que además cobraba el importe por adelantado de supuestas reparaciones y mejoras que luego nunca realizaba.

El detenido se ganaba la confianza de los campistas, les ofrecía sus servicios para mejorar la calidad y comodidad los bungalows habitados y, tras acceder éstos, al comprobar planos y supuestos trabajos anteriormente realizados que el estafador les iba enseñando, les cobraba pequeñas cantidades como adelanto de las futuras obras.

Finalmente se le ha imputado dos delitos de estafa continuada; hasta el momento la Guardia Civil no tiene sospecha de que pudiera existir algún caso más relacionado con los anteriores.