El Ministerio del Interior movilizará a 4.952 agentes de la Policía Nacional–1.853 de ellos en prácticas– para garantizar la seguridad del Papa durante su visita pastoral a España entre el 18 y el 21 de agosto con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Este dispositivo– que costará 1,7 millones de euros, según los datos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana– se pagará de una partida que el Ministerio tiene previamente presupuestada y con la que se gratifica a los agentes al final de cada año en función de su productividad. De ahí saldrán los 450 euros que recibirán los 1.450 policías de las unidades de Subsuelo, Brigada Móvil, Caballería e Intervención Policial (antidisturbios) obligados a modificar sus vacaciones. Una cantidad que para los sindicatos policiales SUP y UPF no cubre los trastornos ocasionados a los agentes que, a día de hoy, "aún no saben si se irán de vacaciones o no en agosto", dicen.

Pero la Policía Nacional no será la única damnificada por la visita de Benedicto XVI. Alrededor de 1.200 guardias civiles–mayoritariamente de la agrupación de Tráfico–serán movilizados. Además, tres unidades de la Policía Municipal de Madrid han recibido órdenes de no cogerse vacaciones entre el 8 y el 22 de agosto y del resto de la plantilla, casi 5.000 agentes, sólo puede irse el 30% y no el 50% como ocurre en un mes de agosto tradicional, según explicó ayer el sindicato CPPM, el mayoritario.

Mientras el Ayuntamiento de Madrid declinó hacer declaraciones a 20 minutos alegando que aún no está cerrado el dispositivo papal, el Ministerio del Interior explicó este lunes que en lo que a ellos respecta "son técnicos de la Policía los que miden el riesgo y marcan el número de efectivos necesarios en cada caso, según el personaje y la visita. No todos los jefes de Estado mueven a un millón de personas–es la cifra de asistentes que se espera asistan a los actos centrales oficiados por Benedicto XVI–".

Eso explicaría que la visita actual supere incluso en efectivos a la que el mismo Pontífice realizó en 2006 a Valencia y el año pasado a Santiago de Compostela con parada en Barcelona. En ambas ocasiones se movilizaron un 10% menos de agentes. Aunque ellos mismos reconocen que "Madrid es más grande y varían las circunstancias de seguridad", matizan.

Los organizadores de la visita aseguran que ésta costará 50 millones de euros, pero será a "coste cero" para el contribuyente. Los organizadores de la JMJ explican que los peregrinos pagarán entre 30 y 210 euros por la estancia, lo que cubre dos terceras partes del total y el resto corre a cargo de los patrocinadores.

Pero en el "coste cero" no computan las 500 instalaciones públicas en las que pernoctarán los peregrinos (colegios, institutos, polideportivos y albergues) y en las que el agua y la luz las pagarán los Ayuntamientos y el Gobierno regional. Tampoco cuentan la cesión para los actos centrales del aeródromo de Cuatro Vientos ni la posibilidad–aún en el aire– de que el Palacio de Cibeles se abra gratuitamente como vestidor de los sacerdotes que concelebrarán la misa de acogida de peregrinos.

Los 405.000 jóvenes que ya están inscritos en la jornada podrán moverse por la región gracias a dos abonos transporte que estarán patrocinados por las empresas colaboradoras y que tienen como finalidad favorecer el uso del transporte público. Uno de ellos será de duración semanal y el otro más corto, según adelantó el consejero Beteta.