El nuevo presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha pedido este martes a la ministra de Sanidad, Leire Pajín, que se cree "con inmediatez" una comisión mixta entre los gobiernos regional y central para fijar "cuanto antes" el sobrecoste de las obras del Hospital Valdecilla —a ser posible "a finales de verano"— y firmar el convenio para que el Estado se haga cargo del desfase presupuestario asumido por la Comunidad, que Diego ha cifrado en al menos 70 millones de euros.

Así lo ha manifestado el jefe del Ejecutivo al término de la reunión que ha mantenido durante una media hora con la ministra, que ha declinado hacer declaraciones a los medios. No obstante, fuentes del Ministerio han indicado a los periodistas que la intención de este departamento es elaborar una "radiografía real" del coste de las obras y hacerlo, además, en un "plazo razonable" —aunque no hay un calendario establecido ni compromisos de financiación—, para trasladárselo después al Ministerio de Economía, que se encargará de abonar el desfase.

Tras el encuentro, en el que también ha participado la consejera de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, Diego ha explicado que el objetivo de su Gobierno es que el sobrecoste de Valdecilla esté cuantificado por la comisión (que estará integrada por técnicos y supervisada por políticos) "a finales de verano", para que se pueda firmar el convenio "cuanto antes".

Ha añadido al respecto que lo deseable es que tanto la cuantía como los plazos de financiación se establezcan antes de la redacción de los Presupuestos del próximo año. El fin último es que "Cantabria tenga certezas", ya que este hospital es una prioridad y una necesidad "absoluta", tanto para la Comunidad como para el Ejecutivo.

Según ha recordado, la pretensión de los 'populares' es que exista una comisión como la que se creó ante el convenio que se firmó en el año 2002 para la financiación del Plan Director del Hospital.

En este sentido, ha apuntado que el anterior Gobierno autonómico no hizo hecho "nada", y que la "mejor prueba" de ello es que no había ni una "cifra" que determinara el sobrecoste a financiar por el Estado. Se trata, según ha apostillado Diego, de un "primer" paso "imprescindible".

"El Gobierno va a ser pertinaz como la sequía", ha advertido, después de indicar que a partir de ahora Cantabria "puede tener una expectativa" y el Estado central tendrá, además, la oportunidad de demostrar su "voluntad real".

En cuanto al desfase final de las obras, Diego no ha ofrecido una cifra concreta, pero ha adelantado que será "superior a las previsiones iniciales" y, en todo caso, mayor de los 70 millones de euros que ha adelantado hasta la fecha la Comunidad. A esa cuantía habrá que sumar el importe resultante cuando finalicen todos los trabajos y equipamientos del centro sanitario.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo ha señalado que Cantabria no puede atender la continuidad de las obras "en solitario", sino que necesita que la Administración central se comprometa a financiarlos.

VOLUNTAD

Diego se ha referido también a la "buena voluntad" expresada por la ministra, y ha recordado que desde que finalizó el anterior convenio de financiación, en diciembre de 2007, ha habido "tres años" de "buenas voluntades" por parte de los gobiernos central (PSOE) y regional (PSOE-PRC), voluntades que "no se han consolidado en ningún paso".

Igualmente, ha hecho alusión a la promesa de la vicepresidenta del Gobierno, ministra de Economía y Hacienda y diputada del PSOE por Cantabria, Elena Salgado, que en 2008 se comprometió a firmar el convenio para que tuviera reflejo en los presupuestos de 2009.

Diego ha achacado ese "retraso" a una "falta de entendimiento" entre los gobiernos regional y central o a una "falta de reivindicación" del Ejecutivo presidido por Miguel Ángel Revilla.

Frente a ello, el líder del PP ha asegurado que se siente "libre" para hacer "todas las reivindicaciones que Cantabria requiere", especialmente la de Valdecilla, que es "la más importante". "Es una reivindicación justa", ha sentenciado, antes de reiterar que ha sido "incumplida por el Estado".

A este respecto, Diego ha propuesto a la titular de Sanidad que el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, sea el interlocutor entre la Comunidad y Madrid para que los plazos "no se dilaten" y sean "los más breves posibles".

Por último, Diego ha expresado su confianza en la "buena voluntad" de Pajín —la primera ministra que recibe como presidente de Cantabria—, pero ha advertido que esa voluntad debe tener "un reflejo inmediato en los hechos".