Las once personas detenidas —diez hombres y una mujer— en octubre de 2009 en relación con un laboratorio de drogas en Daimiel (Ciudad Real), que tenía una capacidad de producción de 50 kilos de cocaína a la semana, han negado tener relación alguna con esta actividad.

Así se han manifestado este lunes en la primera sesión del juicio que se ha iniciado contra ellos en la Audiencia de Ciudad Real, en el que el fiscal pide entre 11 y 14 años de cárcel por un delito contra la salud pública y pertenencia a una organización delictiva.

El considerado como uno de los cabecillas de la trama, identificado como D.H.C.O., ha relatado que, en 2006, compró la finca 'La Prosperidad' de Daimiel y, varios años después, la vendió a otra persona ante le imposibilidad de hacer frente a los pagos de la hipoteca.

Tras la venta, el nuevo dueño, según ha relatado, le arrendó la finca y él, en otro nuevo movimiento, sin que lo supiera el dueño, la subarrendó a otra persona, en este caso, otro de los acusados, J.F.M.M.

Ha dicho que no conocía a esta persona, que se la alquiló por la intermediación de un tercero que no conocía y que sólo le movía el dinero, dado que, además del alquiler mensual —1.800 euros— le iban a dar 50.000 euros anuales.

El procesado ha reconocido que este hecho, aunque no lo confirmó, le hizo pensar que "algo ilegal" se podía estar haciendo, insistiendo en que sólo le interesaba el dinero dada su mala situación.

Por su parte, R.P.C., que había trabajado para el anterior en una explotación de vacuno en el pasado, ha señalado que él iba a la finca para tenerla limpia, lavar ropa o usar la cocina para cocinar comidas típicas para otros compatriotas —ambos son colombianos— en la casa de la finca, pero que nunca vio a las personas que estaban en la nave, donde estaba el laboratorio de drogas. En el mismo sentido, se ha manifestado la mujer de éste.

Finca de ganado vacuno

El resto de acusados se han negado a contestar a las preguntas del fiscal, mientras que, a las preguntas de los abogados defensores, han asegurado que ellos fueron contratados para trabajar en una finca de ganado vacuno y que, cuando fueron detenidos, no estaban tratando droga y llevaban pocas horas en la finca.

A este respecto, el fiscal ha reseñado que esta declaración contradice las primeras que hicieron, en las que reconocieron que eran los "cocineros" de la organización, es decir, las personas que preparaban la droga.

Las fuerzas del orden entraron en el laboratorio de droga el día 28 de octubre de 2009, después de la investigación abierta a partir del control de los teléfonos de los imputados, en una operación que llevó a cabo la UDYCO de la Policía Nacional.