Sólo tiene ocho años de vida y ya se le considera uno de los mejores festivales de España. No lo decimos solo nosotros, basta con echar una ojeada por la red y buscar en blogs y páginas especializadas para saber que algo tiene el Faraday para ser un referente estival de la música independiente.

Este pasado fin de semana la cita catalana ha celebrado su octava ocasión, y lo ha hecho fiel a la tradición. Tres días de buena música y un ambiente relajado en un paraje incomparable: el Molí de Mar o lo que es lo mismo, un chalet a los pies del Mediterráneo. A esto se le llama jugar con ventaja.

De la jornada del viernes nos quedamos con tres nombres, todos de la geografía local, de Murcia a Barcelona. Justo a la hora de cenar se presentaban ante el público Klaus & Kinski. Quizá con la salida de su segundo álbum no hayan armado el revuelo que sí logró Tu hoguera está ardiendo, pero es indudable que todo lo que apuntaban en su primer trabajo no solo lo confirmaron en el segundo, si no que reafirman en directo la calidad de una propuesta tan diversa como refrescante.

Subiendo por el litoral, y con parada obligatoria en Valencia, Polock desgranaron uno a uno los temas de su debut. Pop en inglés de guitarras sencillas, que no simples, y ritmos pegadizos. Cuidadín, que amenazan con ser uno de los próximos bombazos de la escena nacional. A pesar de que el rollo anglófilo para las letras esté en desuso, es imposible resistir a la belleza de Defenceless.

Por último, a modo de colofón, Za! De esta banda barcelonesa poco se puede decir. Traducir en palabras uno de sus directos es una misión de difícil éxito. Lo mejor es acercarse a uno de sus bolos y dejar que las caderas se muevan solas.

Standstill, jugar a ganar

Los platos gordos se los guardó el Faraday para la agradable tarde del sábado. A primera hora, con los estómagos recién saciados, Ron Sexsmith, el cabeza de cartel de esta edición. Desde Canadá pero sin su principal guitarra, Sexsmith salió dispuesto a meterse al público en el bolsillo a ritmo de Eres tú. Con un par. Pero a pesar de una propuesta elegante e intachable, se echó en falta algo más de garra en su actuación.

Todo lo contrario que Standstill. La banda de Enric Montefusco tiene tal magnetismo que podría tocar todos los días del festival y seguir siendo lo más destacado de cada jornada y lo demostró, una vez más, dando salida en gran medida a los temas de Vivalaguerra y de Adelante, Bonaparte, su último largo.

Ante el evidente bajón que se le venía al Faraday, la organización programó un domingo de relax cuasi playero con unas gotas de crema hidratante: Renaldo & Clara, Nacho Umbert y John Grant. Un fin de fiesta ideal para ir pensando en siguientes ediciones. Donde se ponga un Faraday, que se quiten las aglomeraciones estivales.