Sus declaraciones tranquilas no se corresponden con la energía que se puede presuponer a un padre que lucha por su hija.

Quizá lo explique una cosa: la prudencia para quedarse con la niña al final. Él vive en Ontiñena (Huesca) y desde allí sigue la evolución de su hija.

Ya ha salido de la UCI del hospital Vall d’Hebron, en Barcelona tras estar ingresada más de un mes. Los médicos afirman que sufrirá secuelas sobre el lenguaje o la movilidad de las que no se podrá recuperar.

¿Cree que conseguirá la custodia de su hija?

No lo sé, pero espero que sí. Es un proceso largo. Ahora la niña se recupera día a día, y eso es lo importante.

Pero si usted es el padre y el juez ha sobreseído su causa, la decisión debería estar clara. ¿O le preocupa algún antecedente?

Ninguno. De hecho, a la hija de mi compañera no la he tocado ni una vez. En agosto de 2005, la madre biológica de Alba me acusó de malos tratos, pero era imposible porque a la niña no le pasaba nada.

Y aun hubo una segunda denuncia...

Falsa. El 18 de diciembre pasado. La madre aprovechó  que la niña se había roto un brazo para interponerla. No sé si fue por una caída o porque le pegó el padrastro con el encubrimiento de la madre. Demostré que aquella tarde estaba comprando en un supermercado de Fraga, y además no tenía la custodia de la niña. Trabajaba por la noche.

¿Cómo era la relación entre los padres y la niña?

Teníamos la custodia compartida cada quince días. Algún fin de semana que le decía que íbamos a ver a su madre decía que no.

Yo pensaba que era por alguna discusión de pareja. Le preguntaba por qué y sólo me decía: «No, no...»

¿Ha sido correcta la actuación de la Generalitat?

Ha hecho lo que tenía que hacer.

¿Tiene ganas de ver a Alba?

Quiero verla pronto. La última vez fue a principios de marzo.

Fue de casualidad, cuando la traían de hacerle unas pruebas. La niña ha mejorado.

¿Está en contacto con la Generalitat?

He estado una vez en Barcelona con los servicios sociales. Ahora han venido a visitarme una asistenta social y una psicóloga...

¿... Para ver si le conceden la tutela de Alba?

Quizá haya una familia canguro durante un cierto tiempo, un año, para darle cariño e irla acostumbrando. No me importaría, aunque solamente durante cierto tiempo. Primero es el padre, la familia... La niña me ha querido y necesita a su padre. Pelearé y lucharé para que venga a mi casa.

Bio. Álvaro Luis Caldas Almuster (Vigo, Pontevedra, 1959) reside ahora en Ontiñena (Huesca) y trabaja en una fábrica del sector del embalaje.

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