Comenzó asistiendo a clases en el Museo de Reproducciones Artísticas, pero su hijo, licenciado en Bellas Artes, la animó a matricularse en la UPV. «Se lo tengo que agradecer por el resto de mis días», asegura esta mujer decidida que, cuando llegó a la universidad, recuerda que era la única estudiante de su edad en el campus de Leioa.
Convive sin problemas con los jóvenes. Tiene su grupo de amigos y una gran compañera de fatigas, Marta, de 25 años, con la que se fue de Erasmus a Venecia hace dos cursos, convirtiéndose en la erasmus de más edad en la historia de esta beca, que permite estudiar un curso de la carrera en Europa.
Atesora recuerdos maravillosos de los meses que pasó aprendiendo italiano y estudiando pintura y anatomía en Venecia. Compartía habitación con la joven Marta, «que es muy gautxori».
En Venecia, por las noches, Teresa quería dormir, pero su compañera, no. «Yo le decía: Marta, ¡olvídame!, pero, al final, como no se callaba y no me dejaba dormir, terminábamos saliendo de marcha». Este año acaba la carrera, pero ya tiene varios proyectos en mente para dar rienda suelta a sus sueños. Quiere irse a Japón el próximo año a hacer un curso. «La pintura japonesa, tanto tradicional como moderna, es una pasada», subraya Teresa.
Tras el año sabático en Japón volverá a la UPV para hacer el doctorado de pintura sobre uno de los tres temas que tiene en mente. «Ésta es la época más feliz de mi vida. No tengo preocupaciones y ahora sí que hago lo que me da la gana».
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios