La Infanta Leonor hizo ayer su quinta aparición pública desde que nació. Posó en la catedral de Palma Mallorca, junto con la Familia Real, antes de la misa de Pascua. Gordita, más rubia, muy espabilada y sonriente –y con su pequeña mancha de nacimiento en la nariz–, la pequeña está, a sus cinco meses y medio, muy grande.
La Princesa Letizia –muy guapa e igual de delgada, y con un conjunto de corte clásico– mostró a su retoño a todos los fotógrafos y al público, que abarrotaban la catedral de Palma.
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