El incendio forestal registrado desde la madrugada del lunes en el ayuntamiento lugués de Ribeira de Piquín —en la parroquia de Vaos— continúa activo y sin control, y efectivos siguen trabajando en la zona en la extinción de las llamas.

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de la localidad, Sabino Díaz, ha comentado que ya "no arde mucho" y que la situación "mejoró desde ayer", pero ha señalado que todavía hay "peligro, porque sigue habiendo llamas". "Espero que hoy se pueda controlar, aunque el tiempo no está ayudando mucho, porque no llovió en la zona del incendio", ha destacado.

Precisamente, en relación con las condiciones meteorológicas, el vicepresidente de la agrupación de voluntarios de Meira (Lugo), que en la noche del lunes colaboró en las labores de extinción, ha apuntado que el cielo se ha nublado y "probablemente el incendio se extinga solo, porque parece que va a empezar a llover". Con todo, ha indicado que los medios de extinción continúan sobre el terreno.

Por su parte, la Consellería de Medio Rural se remite al parte de información de la pasada noche, cuando señaló que el fuego —que se inició a las 2.27 horas y fue provocado por una tormenta seca en la zona— afectaba a más de 80 hectáreas.

En la noche del lunes, en la extinción trabajaban tres técnicos, seis agentes forestales, nueve brigadas, siete motobombas, dos palas, tres aviones y nueve helicópteros. Además, colaboraban medios del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

"Se trata de un incendio complicado debido a su orografía, puesto que se encuentra en una pendiente de difícil acceso, imposibilitando la maniobra de los medios terrestres y dejando solo paso a los aéreos", resaltó el departamento que dirige Samuel Juárez.