Un jurado declara culpable de asesinato al argentino acusado de matar a su expareja

Un jurado popular ha declarado culpable por un delito de asesinato a Mariano Cristiano Beade, el ciudadano argentino acusado de matar en octubre de 2007 a su expareja sentimental, identificada como Sara Rubio Alcaide, en la vivienda que la víctima habitaba en la calle Enamorados del barrio de Bellavista.

Un jurado popular ha declarado culpable por un delito de asesinato a Mariano Cristiano Beade, el ciudadano argentino acusado de matar en octubre de 2007 a su expareja sentimental, identificada como Sara Rubio Alcaide, en la vivienda que la víctima habitaba en la calle Enamorados del barrio de Bellavista.

En este sentido, la abogada del acusado ha informado a Europa Press de que, en un veredicto hecho público pasadas las 20,30 horas de este lunes, el jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato al procesado, para quien la Fiscalía pide por este delito un total de 20 años de prisión.

Durante su declaración judicial, el acusado se declaró inocente y aseguró que la víctima se golpeó de manera accidental cuando intentaba levantarlo del suelo. Así, puso de manifiesto que nunca llegó a pelearse con la víctima durante la relación sentimental que mantuvieron, una relación que se prolongó casi tres años y que era "muy abierta".

Asimismo, varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía señalaron en su declaración que en el dormitorio donde presuntamente ocurrieron los hechos había dos toallas impregnadas de sangre y un ordenador portátil propiedad de la víctima con la pantalla rota, así como dos billetes de 50 euros.

Los hechos

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el procesado mantuvo una relación "análoga a la conyugal" con la víctima durante unos cuatro años, relación que iniciaron en Cádiz y que continuaron en Madrid, aunque en el año 2007 "estaba rota" si bien habían mantenido contacto "esporádicamente", pues Mariano "tenía interés en volver" con ella.

De este modo, añade que el día 11 de octubre de 2007 el acusado acudió a Sevilla procedente de Madrid, donde tenía su residencia, "con la intención de reanudar" la relación con la víctima, hospedándose en el domicilio que ésta compartía desde finales del verano de 2007 con su hermana, su cuñado y otra amiga, y que se encontraba ubicado en la calle Enamorados de Bellavista.

Posteriormente, entre las 2,00 y las 7,00 horas del día 13 de octubre de 2007, el imputado "aprovechó" que Sara se encontraba dormida "y sin posibilidad de defenderse" en su dormitorio y, "con ánimo de acabar con su vida", golpeó "violentamente" a la víctima en el rostro y en la cabeza, para después asfixiarla y romperle el cuello con sus propias manos, causándole la muerte, "para lo que tuvo que emplear una gran fuerza".

Fractura de dos vértebras

El fiscal, que destaca que Sara sufrió "múltiples contusiones" y la fractura de dos vértebras cervicales, añade también que el acusado fracturó la pantalla del ordenador portátil propiedad de la víctima, causando daños que han sido tasados en 376,31 euros sin incluir el IVA. Posteriormente, "y con el fin de procurar su huída", el encartado se apropió de dos teléfonos móviles de Sara, de un juego de llaves "que era preciso para abrir y cerrar la puerta", y de las llaves del coche de la víctima, abandonando el piso sobre las 7,00 horas "y apoderándose con ánimo de utilización transitoria" de este vehículo.

Así, fue en coche hasta Madrid, donde esa misma tarde cogió un avión con destino a Londres y posteriormente a Buenos Aires. Tras ello, el acusado fue detenido en Argentina el 15 de enero de 2009 y, desde entonces, permanece en prisión provisional. Con fecha 26 de abril de 2010 se acordó por el tribunal argentino competente conceder la extradición del procesado solicitada por España, siendo conducido a tierras españolas el 18 de junio de 2010.

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