La familia del cabo gallego herido este fin de semana en Afganistán, Roi Villa Souto —de 26 años—, ha manifestado sentirse "mucho más tranquila" tras haber podido hablar de nuevo con él esta misma tarde.

El padre del militar herido, Gregorio Villa, quien reside junto a un hermano de éste en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), ha manifestado que ha sido el propio cabo quien les ha tranquilizado respecto a la gravedad de sus heridas. "Nos ha dicho que está estable, bastante animado y que no tendrá secuelas físicas, lo cual nos ha serenado un poco", ha declarado a Europa Press el padre del soldado español.

Roi Villa ha telefoneado a su familia esta misma tarde desde el hospital de Qala-i-Naw, en el que ha sido atendido de varias fracturas en ambas piernas como consecuencia de atentado sufrido por un blindado español en el que perecieron dos soldados del Ejército.

El militar herido ha confirmado a su familia que llegará a Madrid en torno al mediodía de este martes, en un avión de la Fuerza Aérea Española. Según ha declarado Gregorio Villa, el soldado será trasladado de inmediato a un hospital militar donde se le realizará un diagnóstico y se decidirá si es necesaria una intervención quirúrgica.

Según la observación realizada en el hospital de Afganistán en el que fue ingresado, las principales heridas de Roi Villa se concentran en su pierna derecha, de la que padece fractura de fémur, tibia y peroné. Los médicos españoles deberán decidir ahora si el soldado herido necesita una operación quirúrgica para recuperarse de las lesiones más graves, que se encuentran a la altura de sus tobillos.

Su padre irá a recibirlo

El padre del cabo herido ha confirmado que se desplazará este martes a Madrid para recibir a su hijo, quien, con toda probabilidad, deberá permanecer algunas semanas ingresado en el hospital madrileño. Muy emocionado, Guillermo Villa ha asegurado que "uno nunca está preparado para una noticia así por mucho que tu hijo sea militar y parta a una misión tan peligrosa como es la de Afganistán".

Roi Villa Souto, de 26 años, residía desde el pasado verano junto a su pareja en Fuerteventura. En febrero nació su primera hija y, dos meses después (en abril) fue enviado a Afganistán junto a otros militares del Regimiento de Infantería Soria número 9, en la que era su primera misión fuera de España.