Los casos de robos de niños que se produjeron presuntamente en España desde los años cincuenta hasta bien entrada la década de los ochenta del siglo pasado no constituían una trama organizada, sino que el móvil que unía a los médicos y religiosos que participaron en estos actos en distintas partes del país era "ideológico".

Así lo afirma Natalia Junquera, autora, junto a Jesús Duva, del libro de investigación 'Vidas Robadas', un trabajo publicado por Aguilar que aborda las tramas de adopción irregular, la separación de gemelos y la compraventa de niños.

La periodista de 'El País' señala que lo que tenían en común las personas que participan en los robos de menores era "fundamentalmente una ideología: creían que una determinada familia, por su falta de recursos, porque ya tenían descendencia o porque no iban a dar al niño una educación católica, no merecía tener a ese hijo y por eso quitaban y ponían".

En una entrevista concedida a Europa Press, Junquera señala además que la Comunitat Valenciana fue uno de los lugares donde se registraron más sustracciones, aunque se muestra convencida de que los casi 850 casos que va a investigar la Fiscalía son solo "la punta del iceberg".

"Antes, nos costaba mucho que las víctimas hablaran de este tema. Muchas mujeres tuvieron dudas sobre la supuesta muerte de sus bebés desde el primer minuto pero sus maridos no las creyeron porque era impensable que pudiera suceder algo así y, por esa razón, enterraron durante años sus temores. Pero, al ver que otras familias contaban la misma historia y repetían las mismas frases, han empezado a sospechar y ahora son ellas quienes nos llaman porque piensan que haciendo pública su historia tienen más oportunidades de encontrar a su ser querido", ha explicado la autora, que ha lamentado que la investigación de este asunto ha comenzado en España "muy tarde".

Natalia Junquera ha resaltado que los niños robados "no son únicamente una cosa de la posguerra ni de una sola comunidad autónoma, sino que se extendió por toda España hasta el año 1987, cuando se hizo una Ley de adopción en condiciones".

"exportación" de menores

Asimismo, ha subrayado que no solo se dieron menores a familias residentes en España, puesto que también se llegaron a "exportar" a familias venidas de Estados Unidos o América latina que había oído que era "fácil" conseguir un bebé en tierras españolas.

La redactora ha reconocido que a lo largo del proceso de investigación —que se inició en 1981— ha sido inevitable enfatizar con las víctimas y ha recordado algunas historias escalofriantes, como el caso de una niña que fue entregada a una familia de Alcoy (Alicante) para ejercer de criada.

Ahora, la intención de estos periodistas es continuar dando voz a las víctimas y seguir el procedimiento judicial que han empezado muchas de ellas. "Queremos contar sus historias para ayudarles en todo lo que podamos", ha aseverado.