La nueva consellera insular de Bienestar Social, Catalina Cirer, ha anunciado que mantendrá y presidirá el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), que estará dividido en cuatro áreas equivalentes a Direcciones Insulares, aunque aún está por determinar su definición exacta y que serán la de 'Menores y Familia'; 'Inclusión Social'; 'Personas Mayores' y 'Discapacidad'.

Tras jurar su cargo en el Consell de Mallorca, Cirer ha admitido que su departamento no va a poder pagar en un "tiempo récord" las facturas pendientes a diferentes entidades sociales, razón por la cual les ha pedido una "paciencia prudencial", que, según ha precisado, no será "eterna", ni durará cuatro años, dado que existe el compromiso de abonarlas.

"La paciencia siempre es una gran virtud en cualquier ámbito de la vida, pero no podemos empezar nuestra gestión reclamando paciencia a los ciudadanos ni a las entidades", ha indicado Cirer, quien ha señalado que "no podemos llegar y afrontar todas las cosas que están sin hacer, si bien la paciencia va acompañada de nuestro compromiso para hacer frente a las cosas que son prioritarias".

Así, ha indicado que una vez "aterrice" en el Consell de Mallorca, su prioridad será afrontar los compromisos de pago con las entidades de personas mayores y de atención a la familia. Asimismo, se ha comprometido a mantener un trabajo "coordinado" con el Govern y el Ayuntamiento de Palma, al tiempo que ha mostrado su "compromiso institucional y personal" para poner en marcha políticas de igualdad, a pesar de que no existe un área determinada en este sentido.

Por otra parte, la ex alcaldesa de Palma ha dicho que hoy es un día "muy feliz" para ella, al asumir su nuevo cargo en el Consell de Mallorca con "mucha ilusión y mucha responsabilidad" e incluso con "más inquietud" que en 1996, cuando fue nombrada delegada del Gobierno en Baleares ante la presencia del entonces presidente del Ejecutivo central, José María Aznar.

En este sentido, ha insistido en que la sensación que tiene es de "mucha más responsabilidad y de asumir un compromiso con unas consecuencias de gestión diaria que también son muy importantes". Por ello, ha deseado "no defraudar" a la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, y, sobre todo, a los ciudadanos de la isla que "esperan mucho de nosotros".